domingo, 23 de septiembre de 2012

Las últimas dos semanas...de no parar.


Improvisadores, me he cansado de hacer pequeñas entradas. Así que pongo todo en esta y pasamos a otra cosa mariposa. Es un poco larga, pero la voy a dejar tal cual. Sé que me vais a perdonar. Y sino..pues chicos, cerrad cuando os canséis de leer. Qué fácil, ¿verdad?
22 Agosto:
Fiestas de Algar. Allá que vamos a cenar y a ver el Grand Prix que tenían preparado. Yo no sé cómo la gente estaba tan tranquila, cada vez que mi primo salía a mi me daba algo. Y a su hermana también, así que entre las dos...bien. Después de varias caídas y una vaquilla que se escapó, empezó la discomóvil. Aunque el dj no estaba muy motivado esa noche. De todas formas nos teníamos que ir pronto porque por la mañana yo tenía que madrugar. Entre que llegaba a casa y pitos y flautas…me acosté a las 5 de la mañana.
23 Agosto:
Había quedado para comprar la comida con Elena y Héctor mientras Anna, Paula y Karl estaban en la playa. La verdad es que no soy muy fan de la arena de la playa, y después de acostarme a las 5 y levantarme a las 9, pues como que menos. Así que allí estuvimos, luchando con aquellas brasas infernales que no querían encenderse y poniendo la mesa. Y diréis, ¿y todo esto? Y yo digo, ¿Pero se necesita una excusa para quedar a hacer una barbacoa? No. Pero en nuestro caso la teníamos: íbamos a conocer a Karl. Gracias a una pequeña falta de coordinación, acabamos la comida cuando ellos salían de la playa y no cuando ellos llegaban a casa. No pasa nada, gracias a dios existe el microondas.
Comiendo yo creo que fue bien, aunque vamos a ser sinceros, si hubiésemos hablado en inglés igual el pobre Karl se hubiese enterado más, pero tengo pánico escénico a hablar inglés delante de ingleses. No puedo, lo siento. Pero aun así, sin entender una palabra, estuvo bien. Y también se dio cuenta de que hablo muy rápido. Me lo dicen mucho. ¿Será verdad?
Después de comer quedamos para el día siguiente también, porque era el cumpleaños de Paula. Pero esa ya es otra historia.
24 Agosto:
Volví a madrugar para bajar con el coche a Valencia porque Paula y yo habíamos quedado para desayunar en casa de Anna con ella y con Karl porque como no vendrían a comer, Anna dijo que quedásemos a desayunar para felicitar a Paula. Yo me apunté porque lo mismo me da conducir desayunada que sin desayunar. Y Anna y Karl se lucieron haciendo crepes para desayunar. Después de desayunar fuimos a casa de Paula a despertar a su hermano y a que la mujer se cambiase. No queda bien ir a la playa sin bañador. Una vez estuvimos todos listos nos fuimos Elena, Héctor, Paula, su hermano, su padre y yo a la playa.
Qué bonita es la playa del Saler. Qué bien se está, que poca gente hay, que maravilla… ¡y cómo picaba el agua del demonio! Así que después de bañarnos y de aclararnos el agua en la ducha para no morir del picor nos volvimos a cambiar. No queda bien ir a un restaurante en bañador. Así que nos fuimos a un restaurante y su padre nos invitó a una paella para celebrar el cumpleaños.
Después de comer volvimos a Valencia y…yo de vuelta a casa con el coche ardiendo después de estar aparcado horas y horas al sol. ¿Que porqué no lo aparqué en la sombra? Pues porque cuando llegué esa mañana a Valencia había mercadillo y no tenía mucho donde elegir.
25 Agosto:
Fiestas de Algar. Allá que vamos, pero esta vez solo Nur y yo y nos vamos a quedar a dormir porque mi primo quiere agua de Valencia y ya que la hago bebo y ya que bebo no conduzco. Así que allí estábamos mi primo y yo en el garaje haciendo el agua de Valencia. Problema: no caí en que tendría que darles a mis tíos y sus amigos. Porque estando aun en los toros ya estaban diciendo que querían probarla. Y les dimos media botella, pero se quedó tan corta que a las 4 menos algo me mandó un whatsapp mi tía preguntando si aun nos quedaba  más. Así que el año que viene haremos más de tres litros.
Esa noche estuvimos Nur, Belén y yo de charreta más que bailando, porque la gente parecía que no se acababa de animar a bailar. Y al final nos retiramos sobre las 5. Creo. No me acuerdo.
31 Agosto:
Quedamos para celebrar el cumpleaños de Paula. ¿Otra vez? Sí, esta vez con Laura, porque por si no lo habíais notado no estaba los días anteriores. Después de una semana pensando, decidimos que íbamos a hacer una cena de montaditos y de picar y decidimos que cada una hiciese unos y los llevásemos ya hechos. A mí me tocó tortilla de patatas (de mi madre, no es porque yo no sepa hacerla, es porque mis amigas dijeron que de mi madre. Que conste). Como mi madre hacia la tortilla, decidí hacer la tarta. Pero no os creáis que fue fácil pensar de qué, porque nunca me acuerdo de qué le gusta a cada una. Al final fue mi padre el que me dijo una tarta que comía de pequeño. Y triunfé. El caso es que a las 6 me veis a mí en el coche, con media cena y rezando para no encontrar tráfico, por el bien de la tarta. Como veis, me he hecho más carretera que un tonto.
Habíamos quedado a las 19:30h en casa de Laura para organizarlo todo y estuviese listo cuando Paula llegase. Y estaba listo, pero Paula no llegaba. Y otra vez, menos mal que existen los microondas. Al final llegó y antes de decir “hola” dijo “lo siento”. 1h y pico tarde. Esto pasa cuando antes de quedar con alguien tienes otra cosa. Te retrasas en una y ya la has liado.
Se supone que Paula es la que hace las tartas, pero no había podido hacer la tarta y le dijimos que no se preocupara porque teníamos congelada tarta que sobró de la comida con Karl. Y le sacamos media tarta congelada en una fiambrera. Su cara fue épica. Tendríamos que haberle hecho una foto. Qué gran momento de la historia. Pero tranquilos, luego sacamos la tarta que había hecho yo, no somos tan crueles.
7 Septiembre:
Después de una semana en Valencia intentando aclarar papeles, horarios y demás, el viernes me fui con Gemma a Alcossebre. Ya os dije que es casi mi segundo hogar. Allá que fuimos Gemma y yo, todo iba bien hasta que se salió en la salida anterior a la que tocaba. Lástima de carreteras que no te dejan rectificar, nos tocó hacer lo menos 20 minutos en dirección contraria y media vuelta. También fue culpa de un vehículo extra lento, que conste. Y por fin llegamos y sorpresa: son las fiestas. Os prometo que no sabía que eran fiestas del pueblo. Así que nos pasamos el fin de semana en este orden: paseo por la playa, cervecita, comer, siesta, paseo por la playa, cena, fiesta, comprar, paseo por la playa, cervecita, comer, siesta, paseo por la playa, cena, fiesta, dormir toda la mañana, paseo por la playa, comer, siesta. Como podéis ver, vivimos muy estresadas las dos.
De vuelta a casa todo fue bien, no nos equivocamos de salida. Y eso que la que dirigía era yo porque tenía que dejarme en mi casa. Que fe ciega tiene esta mujer en mí.
11 Septiembre:
Día de matrícula. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que habíamos quedado a comer y nos juntábamos todas las Grandes después de todo el verano. Que no es como si no hubiésemos hablado, porque el whatsapp echaba humo. Así que después de mucha paciencia por culpa de los ordenadores de la universidad, que no se si se rompen solos o los rompen por tocar las narices, por fin nos fuimos a comer. Y después de comer me matriculaba yo. Estaba todo el día pensando “Como no tenga sitio en lo que quiero, me han matado”. Os comunico que sí tenía sitio. Menos mal.
Después de matricularme nos fuimos Thais y yo a su casa mientras Gemma se iba a su casa a por ropa y volvía. Hoy dormíamos en casa de Thais. Pensábamos salir, pero como Raquel no pudo quedarse, lo aplazamos y nos quedamos en casa. De tranquis, pero bien. Genial.
Pero mejor aun fue al día siguiente, que nos hacen ir a las 10:30 para una charla sobre las prácticas y cuando llegamos nos dicen que nos podemos ir los del autopracticum. Ganas de matar aumentando. Y ya a mis amigas las acabaron de rematar diciendo que tenían que rematricularse porque habían combinado asignaturas de dos itinerarios diferentes. Viva la competencia. 
Y con esto acabamos hasta nueva orden. ¿Cuándo será eso? Pues no lo sé. Mañana si me aburro, el día que salga con las Grandes. No lo sé, cualquier día puede ser el día.
¡Sed Felices!

Vuelta al pueblo (Parte IV)


Improvisadores, me queda ná y menos para acabar con estas entradas atrasadas y empezar con la actualidad. Aunque de momento no hay mucho que contar de la actualidad. Vuelta a clase y esas cosas desmotivantes que no vienen a cuento ahora. Como esta es una entrada corta, hoy seguramente habrá más.
18 Agosto:
A las 17h nos fuimos a Tiriez. Yo no había estado nunca en el museo de Tiriez, pero os lo recomiendo. Tiene recreados diversos oficios y tiene salas y salas llenas de objetos “antiguos”. Y digo “antiguos” porque no creo que fueran más allá de principios del XX finales del XIX. Bueno, menos la pequeña sección de romanos, esa sí. Es más grande de lo que creía y tienen dedicado un espacio a prácticamente todos los espacios de la economía de la zona.
Después de visitar el museo volvimos a Lezuza para visitar la iglesia. En la iglesia nos dejaron visitar todo, y no subimos a la torre por pura pereza. También nos explicaron algunas de las ideas para mejorar la iglesia, como recuperar el órgano que desapareció en la Guerra Civil. Ya me extrañaba que tardaran tanto en decir algo de la guerra.
Después del turismo cultural pasamos a la gastronomía. O lo que es lo mismo, nos fuimos a cenar. Que eso también es importante. Pero esa noche sí que lo pasé mal entre el calor, las cervezas y los líos mentales que me hizo Gemma. Lo único bueno es que por la mañana se rió mucho. Maldita sea...me alegro por ella.
El 19, después de la siesta nos volvimos a casa. Fin de la semana en el pueblo. A la próxima, más.
¡Sed Felices!

martes, 18 de septiembre de 2012

Vuelta al pueblo (Parte III)


Voy a ir un poco más lenta ahora porque no tengo nada de esto escrito en el ordenador y tengo que pasarlo de la libreta. Pero paciencia. Hoy, seguimos en el pueblo. Una semana da para mucho.
15 Agosto:
En contra de lo imaginado, me desperté sin necesidad de despertador a las 11:30. y otra vez a tope. Desayuné y bajé con mis padres a la plaza (a la del ayuntamiento, no al mercado, que aquí al mercado le llaman plaza también. No me pregunteis porque) para ver el concurso de tortillas. Pero estaba llenisimo  de gente y fuimos a la casa de la cultura a ver una exposición sobre la fauna de Albacete. Y dimos una ultima vuelta por la feria. A las horas que eran, el puesto de pollos causaba sensación, pero no conseguí que colase. De vuelta a casa nos encontramos con mis primos que volvian de comprar pollo. Si ya lo decia yo, que el pollo era lo mejor.
Por la noche fui con mis padres y mi hermana a ver el espectáculo de la plaza y después a comer los primeros y ultimos churros de la feria. Como el ultimo dia ya no hay verbena, nos fuimos pronto a dormir porque al dia siguiente nos ibamos de turismo. Se acabó la feria.
16 Agosto:
A las 8 de la mañana sonó el despertador y me quería morir. Es curioso que me cueste más levantarme por la mañana justo la noche que no salgo. Pero es así, preguntadle a mi madre.
A las 9 de la mañana salimos hacia Ciudad Real. Nos habían dicho que no hay mucho que ver…y no les faltaba razón. Llegamos allí a las 11 y nos tomamos un café mientras pensábamos qué hacer. Resulta que era la feria, así que nos dieron un programa de fiestas. Había conciertos. Mal horario, a esas horas estaría ya en casa. Había toros, muchos toros. Bah, he venido a hacer turismo, no a ver toros. Y todos los días a la 13h tenían el baile del vermut. Suena bien, ¿no? Pues tampoco fuimos. Pues como os contaba, era la feria así que estaba todo lleno de carpas y banderas por todas partes. También el reloj del ayuntamiento. ¿Qué importa el reloj? Pues que cuando da las campanas hace un pequeño espectáculo de muñecos con Don Quijote, Sancho y Cervantes. ¿Os parece poco?
Después de esperar veinte minutos para ver el reloj vivir su momento de gloria, visitamos la catedral y un museo. Las iglesias estaban cerradas por horario, por la feria, por obras o por funeral. Así que fue un turismo breve. Lo mismo nos pasó con algún monumento.
Pero para compensar, vas a comer y te ponen un plato que no sabes si es sólo para ti o también para los de la mesa de al lado. Tendrian que haberme cobrado la mitad..o un cuarto. Me vuelve a doler el estómago solo de pensarlo. Me pasé la tarde entera suspirando, pensaba que moria. Pero no me arrepiento de nada. Y no me comí ni la mitad.
Por la tarde, después de la siesta y de vagar por la ciudad buscando sombra, nos fuimos al yacimiento de Alarcos y llegamos a las 17:20, pero la visita no empezaba hasta las 19h. Bien. Yo me preguntaba cómo iba a subir con las chanclas, nadie me dijo que iríamos de yacimientos. A las 6 decidimos irnos porque la visita acababa a las 21h y teníamos por delante dos horas de coche hasta casa. Dos horas que me pasé durmiendo. Así soy yo, me gusta disfrutar del paisaje.
Como volvimos tarde y cansados, nos acostamos pronto. A las dos cuenta como pronto en verano, ¿no?
¡Sed Felices!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Vuelta al pueblo (Parte II)

Improvisadores, por una vez cumplo mi palabra y hoy tenemos entrada doble. Que estuve una semana en el pueblo...eso son varias entradas. Creo.
14 Agosto:

A las 10 de la mañana me levanté porque mis padres habian dicho de ir a las lagunas de Ruidera. En contra de lo que yo pensaba, me levanté despejada y a tope. No sé porque.
Pusimos rumbo a las lagunas. De camino, los arboles estaban muy secos. Castilla tiene fama de seca, pero me dio mucha pena ver esos arboles asi, que casi parecian cadáveres.
Al llegar a las lagunas, las de más abajo tenian agua, pero cuanto más subiamos menos agua. Donde deberia haber un salto de agua solo hay rocas y donde deberia haber agua solo hay barro y plantas secas. Decidimos pasar de la más llena porque tambien estaba más llena de gente y pasamos a la siguiente. En esta se veian las marcas de niveles anteriores y debian faltar, a ojo, más de 5 metros de agua. Fuimos hasta donde el agua se habia retirado dejando una especie de playa. Un show. Primero quisimos dar la vuelta hasta el otro lado pasando por barro, juncos y alguna charca con patos. Decidimos dar la vuelta y bajar a unas rocas. Hasta llegar al agua no haciamos más que hundirnos por lo menos dos dedos en aquel barro. Nur dijo que era como “pisar crema”. Voy a dejar esa expresión y no voy a deciros lo que me pareció a mi. ¡Y todo esto para meterme solo hasta la cadera porque el agua estaba helada!
Al volver al pueblo pasamos por la puerta de la tia de mi padre y nos encontramos con sus primos y ya aprovechamos para saludar. No se como lo hace, pero esta mujer me encanta, siempre tiene horchata en casa y cualquier hora es buena para tomar un vaso. Un cielo. Después de comer me permiti el lujo de una pequeña siesta de dos horas y media.
Esa noche no habia verbena, habia concierto y después dj. Me van a disculpar los fans de La Pegatina, pero no se quienes son. Y no iba a pagar hasta que no viese de que iba el tema. Estaba fuera con Nur esperando a que empezase para escuchar a ver y a las 12 aparecieron los primos de mi padre. Nos preguntaron que si no sabiamos donde estaban nuestros primos. Pero no los habia visto desde las 5 de la mañana, asi que no tenia ni idea. Ellos nos indicaron en qué casa estaban y nos fuimos pasando del concierto. Alli estuvimos de risas y juegos hasta las 3. Y yo no soy muy de juegos de beber. Os aseguro que me reí mucho, porque cuando me da la risa ya no paro y más si he bebido. Los que me conoceis en persona sabeis que hablo. Mucho. Muchisimo. Pues imaginad que momento cuando jugando al Ocalimocho caigo en una casilla que dice que no puedo hablar hasta que acabe la partida o alguien vuelva a caer en esa casilla. Además nadie más cayó en la casilla. NADIE.
A las 3 nos fuimos al dj, pasando por casa para abrirle la puerta a Nur que dijo que esa musica no le gusta. A mi el remember tampoco me va mucho, no es la musica de mi vida. Pero no tenia sueño y me apetecia bailar…si esa musica se baila. Aquí aunque sea agosto, por la noche refresca, y poco a poco el frio hizo mella en los animos. Al final, de 10 que eramos en un principio nos quedamos 3. A las 6 de la mañana ya solo quedaba el dj y 4 gatos. Entonces dijeron de ir a la terraza. Yo no habia estado nunca, pero viene a ser donde van a rematar la fiesta los ultimos que quedan por ahí.
Me di cuenta de que es facil reconocer a los forasteros por la ropa. Yo con pantalón largo y chaqueta y alguna por ahí con minivestidos palabra de honor. Aunque tambien hay que tener en cuenta que es posible que el alcohol en sangre tenga algo que ver con que ni sientan ni padezcan. No sabria deciros exactamente.
Llevariamos alli como 15 minutos cuando apagaron la música. También hizo su aparicion una pareja de la guardia civil, pero no recuerdo que apagasen ellos la musica. Vamos, que es un dato irrelevante. Visto que no parecía que volviesen a poner la musica, nos fuimos a casa y ya nos despedimos porque ellos se volvian a casa por la tarde.
Y tranquilos, esta vez la llave abrió perfectamente, gracias a mi tia que me dio una buena.
Pues aunque el remember no es lo mio, tambien esta noche me lo pasé muy bien. Es muy diferente a como recordaba lo de venir a la feria. Diferente en el buen sentido.
¡Sed Felices!

De vuelta al pueblo (parte I)

Improvisadores, puede que hoy haya más de una entrada. Que se me acumula el trabajo y eso no puede ser.


13 Agosto:
9 de la mañana, suena el despertador. Hay que preparar las maletas: nos vamos al pueblo. Hace muchos años que no voy a la feria del pueblo, así que seguramente nada de lo que hacia me sirve ahora. No hacia lo mismo con 12 años que ahora. Por una parte me apetecía mucho, pero por otra estaba nerviosa en plan “Y que voy a hacer allí si no conozco a nadie ni nada”.
Os voy a explicar como se llega al pueblo por si algún día queréis visitarlo, que tiene una iglesia y un ayuntamiento del siglo XVI. La feria es del 10 al 15 de Agosto, por si os aburrís. Coges la carretera en dirección a Albacete. Una vez a la altura de Albacete te equivocas de salida y das una vuelta por la zona de obras, por echar un ojo. Por fin deberías encontrar la salida en dirección a Manzanares y lanzarte desesperado hacia ella. Tiras recto por los llanos, no tiene perdida, es todo recto. Los llanos tienen una carretera sin fin rodeada de campos dorados con algún árbol que quiere dar sombra alternando con algún cortijo abandonado o alguno arreglado. No se si por Castilla se llaman cortijos, pero es para que me entendáis. Tirando por los llanos veréis una casa con una pintada que dice “El Bonillo es una nación”. Vais bien. Veras una señal hacia el pueblo vecino, pues tiras hacia allí, pero con la carretera nueva lo rodeas y ya no hay que pasar por medio. Con este pueblo es una de esas relaciones entre vecinos con la que se pican pero nadie sabe porque. Por esta carretera rodeáis el pueblo y llegáis a la otra parte. Seguid recto. Veréis una casa con unos ojos pintados en las ventanas. Seguís un poco más recto y ya veréis a lo lejos el campanario. Se parece mucho al resto de pueblos de Castilla, así que cuidado no os confundáis.
Llegamos a casa a las 16:30 y como todos estaban durmiendo y el refrán dice que “Allá donde fueres haz lo que vieres”, pues elegimos habitación y a dormir. Realmente no hay que elegir habitación, todos tenemos la nuestra, es una forma de hablar. La tarde pasó sin pena ni gloria mientas yo ponía al día la libreta de viajes.
Llegó la noche y después de cenar nos acercamos a la plaza que había espectáculo. Vimos un trozo y luego nos fuimos a dar una vuelta por la feria. En este momento, las Señoras pueden dar fe, me dio un bajón brutal, no se porque. Puede que por dormir poco, puede que me recordara a cuando venia de pequeña y no me juntaba más que con mi hermana porque era entupidamente vergonzosa o quizás fue porque no conocía a nadie. El caso es  que de repente quería volver a casa. No me refiero a la casa del pueblo, me refiero a Valencia. Y encima esto me fastidió aun más porque me hacia ilusión volver a la feria aunque fuese solo con Nuria. En un puesto de la feria vi una pulsera de estas azules con ojos contra el mal de ojo. No se porque, pero la compré. Por si no lo sabéis, soy un poco supersticiosa, sobretodo cuando tengo mala suerte. Sí, también me gusta leer el horóscopo. Obviamente me la puse inmediatamente.
Al ratito nos encontramos con los primos de mi padre y nos sentamos a tomar algo con ellos. A las 12 empezaba la verbena. Mi padre se retiró, pero Nur y yo nos fuimos con mi madre y los primos de mi padre. Supongo que tampoco lo sabréis, pero a mi me gusta la música de las verbenas, esas canciones que ponen todos los años, que son atemporales y que conoce todo el mundo. Llegando ya a las 2, la prima de mi padre me arrastra hasta un grupo y me presenta (re-presenta, porque en realidad ya lo conocía, pero no me acordaba) a mi primo. En ese momento Nur decide irse a dormir y me deja allí sola, de acoplada. Mi primo me presenta a sus amigos y me “re-presenta” a 2 de mis primas. La verdad es que en realidad me costó “ná y menos” estar a gusto porque son muy simpáticos. En el descanso de la orquesta, estaba hablando con una de las que yo creía que era una amiga más y resultó que es una prima que yo no conocía. Qué cosas pasan oye…Sobre las 5 algunas se iban a casa y yo me fui con ellas porque al día siguiente mis padres querían ir a las lagunas de Ruidera.
4:45 de la noche. Meto la llave en la puerta. No abre. Vuelvo a intentarlo. No abre. Barajo las dos opciones: quedarme en la calle o despertar a mi padre. Lo sentí por él, pero así la próxima vez me dará una llave que abra.
La verdad es que me lo pase muy bien esa noche. Para que luego duden del poder de las pulseras. 
¡Sed Felices!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Estrenando mes


Improvisadores, he vuelto. He tardado pero no es culpa mía. Siempre es culpa de otros, en este caso: la pereza. Pero no pasa nada, hoy vamos a empezar agosto, así se nos olvida que el lunes empezamos las clases. Bueno, o mañana. Uy, lo siento, ¿no tenía que recordarlo?
1 Agosto:
Para empezar el mes (bueno, en realidad porque era el día del espectador) quedamos para ir al cine. Como estamos repartidos, fuimos acudiendo al punto de encuentro. Como dijo Nur, éramos un grupo peculiar: 2 de las Señoras con sus respectivos chicos + el hermano de una + Nur y yo.
Habíamos pensado cenar en los montaditos, pero había gente de sobra. Por eso decidimos ir a otro, para no saturar solo un sitio.
Entramos en la película. Os recomiendo “Que esperar cuando estas esperando”, “Quien engañó a Roger Rabbit”, “Barrio Sésamo” o lo que se os ocurra, pero no paguéis para ir a ver “El Dictador”. No lo hagáis. Y si lo hacéis, que conste que os he avisado. Quien avisa no es traidor.
Al salir del cine nos fuimos a los recreativos. Aquí podríais habernos visto luciéndonos en el futbolín, el airhockey, las canastas y la maquina de bailar. Os diría que Elena y yo dominamos la maquina de baile, pero fue al contrario. Y no estamos aquí para mentirnos, ¿verdad?
Cuando salimos de allí cada mochuelo se fue a su olivo. Para llegar a mi olivo decidí ir por donde voy siempre y no por la autovia, pero resulta que una carretera secundaria de doble dirección sin carriles pintados, entre los campos…pues no es lo mismo de día que de noche. Lo bueno fue que había mucha luna, que después de ver “La Mujer de Negro” y “Silent Hill” me da la paranoia. Llamadme loca.
3 Agosto:
Después de una mañana de recados llegué a Valencia harta de tanto coche. Así que me tomé un merecido descanso después de comer…hasta las 4. A las 4 quedamos todos para volver a Liria. Y con todos me refiero a Elena, Laura, Paula, Héctor, una amiga francesa de Paula (no, no se escribir su nombre, ¿que pasa?), Nur y yo.
Llegamos allí a la hora perfecta para meternos en la piscina. Para amenizar la tarde saqué la colchoneta que compramos las 5 en el viaje a Lloret de Mar del verano pasado. Gracias a la colchoneta pudimos disfrutar de la gran capacidad pulmonar de Paula para hincharla ella sola a pulmón.
Después de casi dos horas en el agua (aproximadamente) decidimos salir a merendar. También por cortesía y talento de Paula merendamos una tarta de dos chocolates. Y después nos lanzamos con un trivial. Pero el trivial junior, que tampoco queremos ir humillando a nadie. Si jugamos al otro a mi que me den el dado y ya. 
En estas estábamos cuando llegaron mis padres y decidimos que era buen momento para empezar a hacer la cena. Y resulta que faltaban cosas que pensaba que teníamos. Decidimos bajar a la gasolinera  en un momento para comprarlo todo. Allá que fuimos Héctor y yo con el coche de mi padre.
Llegamos a la gasolinera y no tenían nada, porque esa gasolinera ya no es lo que era. El chico nos estaba mandando a una tienda del pueblo de al lado que igual estaba cerrada cuando una mujer que estaba peleando con la maquina de tabaco nos dice que la sigamos, que ella conoce una tienda que esta abierta seguro. Ahí me entro la duda. Estaba entre que formaba parte del principio de una película de miedo o que era una cámara oculta. Total, que miro a Héctor en plan “tú decides”. Allá que nos vamos detrás de la señora que se subió en un todo terreno negro con calaveras pegadas. Pero no penséis que somos unos locos. Como le dije a Héctor: las madres dicen que no hagamos autostop, pero vamos con nuestro propio coche. La señora sale de la autopista y se mete por un camino sin una maldita luz hasta que llegamos a una urbanización donde nos para en un asador. La señora del asador nos sacó hasta la última moneda de céntimo a los dos (literalmente). Y para salir de allí…menudo panorama. Un coche que no controlo del todo, un sitio que no conocemos y ni una luz.
Tranquilos, al final llegamos sanos y salvos a casa y pudimos hacer la cena. Después de cenar acudió Josevi, esencial para poder hacer los equipos para jugar al Tabú. Jugar al Tabú es divertido, pero además lo acompañamos con unas copillas de agua de Valencia. Lo bueno de este juego es que queda claro que cada uno tiene habilidad para una cosa. Lo mío es manipular…a Coco, a la marioneta. Tranquilos. 
Pues esto es todo por hoy. Por hoy y hasta nueva orden. Yo sólo os aviso porque la pereza aumenta cuando se acerca el inicio de curso. Pero no me odiéis.
¡Sed Felices!

martes, 4 de septiembre de 2012

Calma antes de la tormenta


Improvisadores, como os dije ayer, hoy también toca. Es solo para compensar mi abandono vacacional. En esta entrega no hay mojitos, es una entrega más light. Hay cine y playa. Es verano, también queda bien ¿no?
18 Julio:
Para celebrar el cumpleaños de mi prima nos fuimos a comer donde ella eligió y luego a ver Ice Age 4.
Después de pasar dos horas rellenándonos de comida italiana (porque eso no era comer), las 4 consideramos más que necesario dar una vuelta para intentar bajar la comida. Pasada 1h entramos a la sala para aposentarnos y disfrutar de la película.
La sala estaba llena de niños, a ellos los oía reírse con el perezoso, pero yo me reí durante toda la película. Qué niños más sosos hay hoy en día.
Al acabar la película nos dirigimos al horno (entiéndase por horno un coche puesto al sol 5h) y nos volvimos a casa dando por concluida la tarde de las 4 primas juntas.
19 julio:
El jueves había sido declarado desde el lunes, día de playa. Así que seguimos con los planes de chicas, pero esta vez también se vino la abuela. Así que plegamos toallas, sombrilla, silla y bocadillo y pusimos rumbo al Puig. Llegamos a las 11 y nos untamos de crema. Mientras esperaba a que se absorbiese la crema para no volver a quemarme como en Lloret, pensé que nada mejor que un poco de lectura. Pasé la mañana leyendo “Juego de Tronos”.
No se si alguien ha leído alguna de las novelas de Canción de Hielo y Fuego. Si lo ha hecho ya sabe porqué me encanta, si no lo ha hecho...¿a que espera? No, en serio..ya tardas. Es una mezcla de genialidad y genialidad que a la vez se mezcla con un poco de violencia, sexo y rock. Pero sin rock. En fin, que me pierdo. Que enganchan, que tienen intrigas que dices "Pero qué..?!" y que ni se os ocurra encariñaros con ningún personaje, porque en el momento en que lo queráis...os tocará buscaros a otro al que querer. Sé que vosotros me entendéis. Sólo me he leído los tres primeros libros este verano, pero con G.R.R Martin no puedo decir que cualquier cosa que pase me la espero, porque no me espero nada. Puede salir por cualquier lado y matarte del susto. 
Bueno, vamos a seguir con lo que estaba contando, porque sino me lío...Al cabo de un rato se unieron a nosotras las primas de mis primas. Y a la 13:30 nos trasladamos de la playa a la piscina de éstas hasta la hora de comer que ya subimos a su casa. Después de comer, mientras unos veían la televisión y otros dormían, yo me coloqué los cojines en un banco de la terraza y allí con el aire fresco proseguí mi lectura. Creo que casi rocé el paraíso en ese banco, se estaba tan bien que me debatía entre leer o dormir la siesta del siglo. Pero en el paraíso hay libros, así que decidí que ya dormiría en casa.
Después de merendar y de la sobremesa de la merienda (que estamos de vacaciones y vamos con calma) nos volvimos a casa poniendo fin al ultimo día de chicas solas porque al día siguiente ya vendrían mis primos a casa. 
Os voy a ahorrar el trance de soportar el relato de una semana con 4 niños en casa. Además, tampoco es tan traumatico. Gracias al que inventó la play, la xbox o lo que sea que mantuvo a los niños entretenidos 1 semana. 
Aquí acabo por hoy, a la próxima más y ya sabéis...
¡Sed Felices!

lunes, 3 de septiembre de 2012

Alcossebre, nuestro segundo hogar.


Improvisadores, he vuelto a Valencia y eso quiere decir que toca pasar todas las notas de la libreta al ordenador para que paséis el rato y cotilleéis. Este verano he llevado la libreta a todas partes, así que vamos a tener varias actualizaciones porque son muchos días. Os aviso de que algunas cosas están escritas en el mismo día pero otras no, así que puede que en una linea este en presente y de repente me pase al pasado o vete a saber, que soy muy rarita. 
14 Julio:
Es mi primer fin de semana de vacaciones. Planazo con las Señoras: Alcossebre y “estrenamos” juntas el coche de Paula. Después de hacer las bolsas, organizar los sitios y rezar para que el coche subiese la rampa del garaje, nos encaminamos a Alcossebre al ritmo de la Oreja de Van Gogh que es la banda sonora oficial de los veranos (desde el año pasado).
Una vez conseguí controlar las ventanillas de delante todo fue rodado. ¿Y esto porque? Pues porque al no tener aire acondicionado hay que buscar el punto exacto en el que el ruido no moleste y no muramos de calor. O no mueran los del asiento de detrás. A todo esto hay que añadir que las maquinas y yo no nos llevamos demasiado bien y tarde lo mío.
Llegamos a Alcossebre a la hora prevista y decidimos ir a comprar la comida antes de llegar a casa. Una vez nos pasamos de largo la primera señal hacia Consum, todo fue tan simple como cruzarnos el pueblo siguiendo las múltiples y variadas indicaciones. Cuando encontramos el Consum y aparcamos nos dimos cuenta de que debían regalar algo porque había gente para aburrir. Qué manía tiene la gente con  comprar comida. No lo entenderé nunca.
Una vez encontramos casi todo lo que buscábamos e hicimos la cola inmensa, nos tocaba buscar una frutería donde tuviesen limas y hierbabuena. Después de visitar tres fruterías conseguimos tenerlo todo y nos fuimos a casa a hacer la cena. Una vez hechas y disfrutadas las fajitas, recogimos todo (también gracias al aspersor que decidió que a las 11 de la noche era buena hora de que nos levantásemos de la mesa). Volvimos a aposentarnos, pero esta vez para empezar con los mojitos. Como vamos a lo grande, hicimos los mojitos en copas de wisky. ¿Consecuencia? Ninguna, simplemente que una copa son dos mojitos. Y aquí empezó el desvarío y las confesiones. Sobretodo las confesiones. Pero no os las voy a contar, eso solo se cuenta entre mojitos.
Estábamos tan a gusto que al final no salimos y nos quedamos de charreta hasta llegar a ese punto en que te entra el hambre y nos zampamos las papas que eran para el domingo.
15 Julio:
El domingo amaneció nublado y nosotras amanecimos a las 11. Aun así, nos vestimos y nos fuimos a la playa. Después de saltar lo menos 500 olas gracias a la bandera amarilla, nos fuimos a la piscina a quitarnos la arena y la sal. Previo paso por la ducha de la piscina. Aclaradas del agua salada en agua clorada nos fuimos a hacer la comida y a refugiarnos del calor del medio día dentro de casa. Nos animamos a jugar un trivial que, como siempre nos pasa, acaba derivando en el abandono de los quesitos y la simple lectura de las preguntas.
A las 7 de la tarde nos recogimos y volvimos a casa tranquilamente. Tan tranquilamente que a la altura de la Pobla de Farnals decidimos pararnos junto con otros coches para llegar más tarde a casa, porque íbamos con tranquilidad. Así que al final llegamos a casa pasadas las 20:30h. Yo, personalmente, volví con las conchas de la playa que Laura y Paula habían recogido, relax después de los exámenes, momentazos y risas que siempre tenemos juntas.
Este día fuera tuvo todo lo necesario para ser un gran día. Y un gran fin de semana. 
Puede que mañana haya una nueva entrega de "Verano 2012, no te vayas". Mientras tanto...
¡Sed Felices!

domingo, 29 de abril de 2012

Visita ludico - gastronomica - deportiva


Improvisadores, acabo de llegar a casa después de la pequeña excursión al pueblo de Thais o los dominios de una de las Grandes. Estoy muerta, pero no me había dado cuenta hasta que me he sentado. Qué maravilloso.

Vamos a empezar por el principio. Suena el despertador y para mi sorpresa me levanto a la primera aunque es Domingo y son las 7 de la mañana. Desayuno más lenta de lo normal (debe ser que yo antes de las 8 voy a cámara lenta), me visto y a las 7:30 me voy hacia el metro. Llego y el cartel dice que el metro llega a las 7:50. A las 7:56 llega el metro por fin y llego a mi cita bajo el reloj de la Estació del Nord donde he quedado con otra Grande. Compramos el billete y después de cagarnos en la antipática señora de la estación, una amable pasajera nos indica el tren que debemos coger. A las 8:23 sale nuestro tren (y digo nuestro porque he pagado un billete, así que es mi asiento y por tanto mi tren) y media hora más tarde llegamos a Algemesi. Aquí hacemos trasbordo del tren al coche y seguimos camino. Creo que sobre las 10 llegamos a nuestro destino y como “Allá donde fueres haz lo que vieres”, almorzamos. Porque hay que adaptarse a las costumbres. Después de esta bella costumbre hicimos una pequeña visita al congreso de bolilleras de amas de casa. Apasionante.

De aquí hemos hecho un trepidante camino en coche hasta las proximidades del castillo que debe estar casi a la altura de la Luna subiendo por un camino de curvas y curvas y más curvas. Llegamos al castillo y hay visita y representación teatral. ¿Qué me gusta más que visitar sitios? Sitios con representación teatral. Después del castillo volvimos al coche y creo que se ha hecho evidente que casi todos hace tiempo que no caminamos por la sierra…lo de ir con la lengua fuera es un buen indicador, ¿verdad? Esto explica el "deportiva" del título, porque debe ser lo más parecido al deporte que hemos hecho en tiempo.

Después de comer y de degustar la gastronomía local en un plato de cuyo nombre no me acuerdo, que Thais me perdone, hemos bajado al pueblo otra vez. De aquí nos hemos dirigido a echar la partida que había prometida y por mucho que digan que nos han ganado, no nos han ganado. No han acertado 5 preguntas de la última tarjeta, solo han estado 2 quesitos más cerca de ganar que nosotras. Que conste aquí y ahora.

Acabada la partida nos hemos vuelto al coche para hacer trasbordo al tren en Algemesi y llegar a Valencia bajo lluvia y la Grande ha llamado a sus padres que nos han recogido y me han acercado a casa. Eternamente agradecida.

Y ahora creo que solo quiero dormir porque mañana tengo que hacerme a la idea de que lo de irse a pasar el día y no estudiar y hacer el vago se va a acabar. Que penita.

¡Sed Felices!

jueves, 29 de marzo de 2012

Viaje a Sheffield (IV)

Improvisadores, os dejo ya las dos últimas partes del viaje porque esto se está prolongando a límites que rozan lo peligroso. Además, Anna vuelve a Valencia este viernes y sería raro que llegase ella antes que la actualización. Y tengo que contaros una anécdota del viernes con las fuerzas del orden. Pero poco a poco. Acabo esto y luego lo otro. ¡Disfrutad que es la última entrega y ya os dejo en paz!
FASE 5: el tren de vuelta
Nos despertamos todas a las 9h para desayunar y acabar de preparar las maletas y llegar al tren de las 11:10h. Como ligero cambio de planes, Anna no había ido a clase y nos ha ayudado a con la maleta grande que vuelve a Valencia cargadita de cosas de ella.
Llegamos a la estación y a diferencia de en Valencia, los trenes llegaban puntuales y su alguno se retrasaba 10 minutos ya estaban pidiendo disculpas.
Subimos al tren y nuestros asientos estaban ocupados. Esos asientos que teníamos reservados. Parece que el cartelito de “reservado” no les dice nada. Nadie se ha paseado más por ese tren que nosotras buscando sitio, ni el revisor. Que por cierto, bien podía levantar el culo de su asiento y dejar de jugar con el móvil para poner orden en el vagón del caos. Al final acabamos Laura y Paula sentadas en un mismo asiento y yo encima de la maleta en la otra punta del vagón. Durante un rato pude disfrutar del paisaje y me ha parecido encantador. Colinas y colinas verdes divididas en prados donde pastan caballos y ovejas (sobretodo ovejas). Casitas separadas por prados y algunas agrupadas en no más de 10 casas. Cuando te acercas a las ciudades ya hay más aglomeración, pero aun así siguen teniendo casitas bajas y todas con un patio detrás y un jardín delante.
Al rato tuve que dejar libre el espacio que ocupaba con la maleta porque era el sitio donde se guardaba el carrito de la comida y Paula y yo encontramos dos sitios en otro vagón. En la siguiente parada Laura nos avisó de que había dos sitios donde estaba ella y volvimos a movernos. Nos pasamos el viaje arriba y abajo por no hacer que una madre y su hijo levantasen el culo de nuestros asientos. Si somos más buenas que el pan.
FASE 6: el aeropuerto de vuelta
Llegamos a Manchester y nos toca ir a la Terminal 2. Digamos que hay 3 terminales, 2 están juntas y una a tomar por saco. ¿Con la suerte que tenemos cual nos iba a tocar? Pues la de a tomar por saco.
Llegamos y hacemos el check – in y nos encaminamos hacia el control después de tirar el agua de nuestras botellas con el objetivo de conservarlas y rellenarlas dentro, como buenas ahorradoras. Madre mía con la seguridad de aquí. Pasan Laura y Paula y me dejan a mí la última y la mujer del control decide que soy la persona idónea para establecer una charla amigable y chistosa (creo)…en inglés. Y como soy una persona educada pues he intentado seguirla. Bueno, eso y que no podía moverme porque estaba quitándome todas las pulseras. He aquí la traducción más o menos aproximada de la conversación:
- ¿De vuelta a casa?
-
- ¿De qué universidad?
- No, venimos de ver a una amiga que está de Erasmus en Sheffield.
- Un sitio bonito y una buena universidad la de Sheffield.
- Un sitio frío.
- Solo para los españoles
Y ahí la he dejado riéndose de su propia broma mientras yo pasaba por el arco, por el escáner corporal y me hacían quitarme las botas. Me verían cara de terrorista. Pasado el control buscamos una base enfrente de un panel y de la puerta 210. Lo de la puerta es casualidad.
“Por lo que vemos en el panel, igual tenemos suerte y es nuestra puerta de embarque. Y sin retrasos. Hemos tenido 1h para comer y ya son las 14:04h y abrirán en breves. Ya han abierto. No era la 210, es la 204 que también está a tomar viento. Parece que en este aeropuerto del tamaño de Barcelona no nos hacen más que ir de aquí para allá. Embarcaremos en breves y a mí me dará algo”.
Mientras esperamos para embarcar dicen que el vuelo está completo y no cabrán las bolsas de mano y quien quiera puede facturarlas. Yo incluso dudo que quepa toda la gente que está aquí esperando.
Hemos despegado a las 15:30h (hora inglesa aún). Nos ha tocado la fila 35 de 38. Al final del avión. La parte más peligrosa de este trasto, si es que hay alguna segura. El viaje continuó sin ningún incidente destacable. A no ser que contemos como incidente destacable que hiciésemos a Paula bajar la maleta para sacar el bolso para contar las libras para que al final no pudiésemos comprarnos nada porque nos faltaban algunos céntimos (o como les llamen). Laura y yo jugamos al cinquillo dos partidas y aunque está mal decirlo…gané las dos. Os pondría una foto que les hice a Paula y a Laura durmiendo en el avión, pero Laura no me la ha hecho llegar y además les prometí no subir ninguna foto de ellas. Aterrizamos con un poco de retraso pero sin problemas y ¡nuestra maleta salió de las 10 primeras!
Nuestro viaje acaba con la vuelta en coche a Valencia y cada mochuelo a su olivo y hasta más ver (que en este caso es: hasta dentro de 4 días).
Espero que os haya gustado (o bueno, igual no os ha gustado, pero una hace lo que puede) el relato de nuestro viaje fugaz a tierras inglesas. Prometo nuevas historias, algo me pasará cuando salga a la calle. Si lo que no me pase a mi...
Para variar, he tenido otro pequeño problema con las tecnologías, espero que esto salga bien esta vez.
¡Sed Felices!

domingo, 25 de marzo de 2012

Viaje a Sheffield (III)

Improvisadores, he vuelto, perdonad la espera pero tengo una vida con asuntos que atender. Pero hoy para compensar os traigo la tercera entrega del viaje, hoy: Sheffield.

FASE 4: Sheffield
Por fin llegamos a la residencia de Anna, pero no la vimos. Tampoco sabíamos su número de piso. Por suerte apareció un grupo de gente y gracias a la publicidad que Anna había dado a nuestra llegada nos reconocieron enseguida y cuando fueron a abrirnos la puerta apareció Anna.
Dejamos las cosas en la habitación de Anna y nos llevó al pub donde estaban algunos de sus amigos. Allí estuvimos el rato que tardamos en bebernos una botella de vino entre las 4, hasta que cerraron el pub y hasta que sus amigos se fueron por ahí. Coincidiendo las tres cosas en el mismo momento. Nosotras volvimos a casa y decidimos dormir después de un día tirando a largo. Porque a todo esto, estamos en la fase 4 pero las 3 anteriores han sido solo el viaje para llegar a esta. Telita.
Sábado. “Esta mañana nos ha despertado mi madre llamando por teléfono a las 10 (hora inglesa, lo que viene siendo que mi madre pensaba que llamaba a las 11). Después de vaguear un rato hemos desayunado a las 11 y nos hemos ido a comprar provisiones. Es ya la 1:14 y creo que las compañeras de Anna ya han comido, pero nosotras creo comeremos a la hora típica y normal.
Después de comer pasamos la hora de la siesta por el centro viendo cosas y tiendas. A las 18h (hora inglesa siempre) nos volvimos hacia casa porque querían pasar por el Starbucks que cierra a las 18h (¿?) y porque se cena pronto por estos lugares, tan pronto que a las 20h ya habíamos acabado. Después de un rato de vagancia empezamos a vestirnos para salir con la típica dificultad de tener que compartir 1 espejo para 4.
Después de hacer y bebernos el agua de Valencia ya no se qué hora era. Sé que fuimos a otro piso y luego a la discoteca. Dato curioso: la discoteca dentro de la universidad. La discoteca, pues como en todos los sitios: mucha gente, música (aunque esta era irlandesa por lo de San Patricio y toda la pesca) y la técnica del codazo para hacerse hueco. Nota: no recomendable poner en práctica la técnica del codazo si la victima está de cara a ti pues corres el riesgo de que te lo devuelva. En mi caso se contentó con despeinarme, pero no me voy a quejar después de darle un codazo de los buenos en las costillas. Al salir de la discoteca nos fuimos a casa lloviendo y nos hicimos patatas fritas a las 4:30h de la mañana. Damos por hecho que el horario sensato de comidas ha muerto para nosotras. Al final, entre patatas y limpiar la cocina (esto último fue iniciativa de Anna y fue secundada por Anna) nos acostamos a las 1000.
Domingo. Hoy nos hemos levantado a las 10:45 y considerando que comen y cenan pronto hemos preferido prescindir del desayuno y comer a las 12:30h, pero una comida de 3 platos diferentes (incluyendo obviamente tortilla de patatas). Después de comer hemos ido a comprar provisiones para el viaje de mañana y luego a los jardines botánicos. Aquí en cuanto hace un poco de sol la gente se lanza a la calle.
“Ahora estamos sentadas en un banco recibiendo el necesario calor del sol después de tomarnos un helado comprado en un autentico camioncito de helados.” Vale, es una tontería lo del camioncito, pero me hizo ilusión.
De vuelta a la residencia paramos para imprimir el correo de reserva para hacer el check – in y poder volver a casa. Cuando llegamos a la residencia convertimos la “tarde de confesiones” en la “tarde de comer guarrerias sin parar” empezando por papas y acabando por patatas fritas pasando por donuts. Y no nos comimos un tarro de helado de chocolate con brownies porque nos lo habíamos zampado la noche anterior después de cenar.
Sin saber bien cómo, las 4 nos quedamos dormidas. Pero nuestra siesta acabó a las 19h cuando Paula se despertó milagrosamente y nos comunicó que las compañeras de Anna nos estaban esperando para ir a cenar. Puntuales a las 19h como habíamos quedado. Maldita puntualidad inglesa (y eso que ninguna es inglesa).
Nos fuimos a cenar y a las 20h o por ahí ya habíamos cenado y volvíamos a la residencia a pasar la última noche de tranquis ya que Anna tenía clase por la mañana.




Aquí os dejo una foto de los jardines y una del cochecito de los helados.Solo quedan 2 fases del viaje, son cortas, pero las dejo para otra entrada que sino nos saturamos de información. Antes de cerrar, me veo en la obligación de enmendar un error que cometí en la entrada Viaje a Sheffield (I) donde dejé sin mencionar la gran labor que hizo Elena desde su casa mientras estábamos tiradas en el aeropuerto y ella seguía nuestras indicaciones vía telefónica para buscar la información que queríamos. Me lo recordó el viernes por la noche y no sé como pude cometer semejante error.

Dicho esto..que empecéis bien la semana.

¡Sed Felices!


jueves, 22 de marzo de 2012

Viaje a Sheffield (II)

Improvisadores, os contaría qué he hecho hoy, pero no podría hacerlo mejor que una de las Grandes en http://territoriomapache.blogspot.com.es/2012/03/dia-de-grandes.html. Así que yo sigo con mi relato del viaje.

FASE 2: el avión.
"19:25h. Ya hemos despegado. Admito que he pasado un mal rato, si no lo admitiese sería estúpido. Es una verdad conocida que no me gusta volar. Estamos pasando por unas turbulencias y escribo esto para no entrar en pánico. A ver, algo bonito…hemos despegado con la puesta de sol. Es algo bonito.
Para evitar entrar en pánico tengo a Paula a mi derecha diciéndome que no pasa nada. A mi izquierda Laura ha caído rendida. Otra vez. Y este trasto sique subiendo sin dejar de temblar…
Hablaré de algo como: cómo la hemos liado en un momento al subir al avión. Antes de dejar la bolsa de mano arriba queríamos sacar los bolsos. Consecuencia: cuando he ido a colocar la maleta no había sitio. Paula ha cambiado las cosas de las azafatas de sitio y no sólo ha metido la maleta sino que ha conseguido meter nuestros 3 abrigos. Luego, visto que ya habían cerrado las puertas (y por tanto eliminado cualquier posibilidad de huida por mi parte) ya no podía subir nadie más y hemos abandonado nuestros sitios para sentarnos juntas provocando (no sé porqué) la risa de la vecina.
Me quedan 2h de estar en este trasto. Con un poco de suerte me dormiré y no me enteraré de nada.
Diario de a bordo. 21:10 (hora peninsular): nos hemos dado cuenta de que el vuelo no dura dos horas, en realidad dura 3. Cosas del cambio horario. Otra vez se nos trastoca el horario. Este viaje promete."
Vale, en realidad nos habíamos equivocado calculando. Culpa de tanto lio de horarios.
FASE 3: El Tren
Después de recoger la maleta seguimos las indicaciones hasta la estación del tren donde esperábamos poder coger otro tren con el billete como había dicho Anna. Las indicaciones eran buenas, pero como tendemos a ser torpes por naturaleza nos metimos en un ascensor que no funcionaba. Otra de nuestras muestras de que lo fácil es más divertido si lo complicas.
Llegamos a la taquilla y nos dicen que sólo podemos usar el billete si han pasado menos de tres horas. Teniendo en cuenta que el avión ha llegado con 7 horas de retraso hemos tenido que comprar otro billete por 21 libras. Para mejorarlo todo, he querido pagar con un billete de 20 que le había sobrado a mi hermana de su viaje a Londres hace unos años y me han dicho que ya no es de curso legal. Mi cara de imbécil no ha tenido precio. Bueno, sí, un billete de 20 libras que ya no es de curso legal. Lo mismo le ha pasado a Laura. Así nos hemos encontrado con 21 libras menos y billetes que sólo sirven como marcador de página, como papel para papiroflexia o como simple recuerdo nostálgico.
Son las 21:31 (hora inglesa) y estamos sentadas en un banco helado esperando el tren que sale en 15 minutos.
Después de un viaje de tren más largo de lo que pensábamos y acompañadas de un grupo de gente salida del Drunk Train de “Cómo conocí a vuestra madre”, por fin hemos llegado a Sheffield. Cogimos un taxi y aquí empezó mi fascinación. Taxis ingleses sin maletero pero con un montón de sitio detrás, tanto que las maletas nos bailaban.
¡Sed Felices!

Viaje a Sheffield (I)

Improvisadores, aquí está la primera actualización del viaje a Sheffield. Creo que voy a tardar un poco en subirlo todo, solo hace falta ver lo larga que es esta actualización y solo es la primera parte de 6 en las que he dividido el viaje. Os aviso: puede contener dramatizaciones e incluso alguna exageración. Lo que viene a continuación es todo lo que escribí en la libreta que llevaba. Espero que podais diferenciar entre lo que está escrito como explicación y lo que está escrito en tiempo real (es decir, en el momento en que pasaba). Normalmente estos últimos casos son los más dramáticos (y los que más risa dan).
FASE 1: El aeropuerto.
Después de salir de fiesta con Gemma y acostarme a las 5, me levanté a las 7 para meter las últimas cosas en la maleta y salir disparada hacia Alicante. A las 8 salíamos en el coche ya en dirección a la primera escala antes de llegar a Sheffield.
Después de dos horas y alguna cabezadita de Paula llegamos al aeropuerto y facturamos. Pero no todo puede salir rodado. La sorpresa que nos tenía preparada la azafata cambiaria nuestros planes. Nuestro avión se retrasa dos horas. Primera consecuencia: vamos a perder el tren de Manchester – Sheffield que sale a las 14:55.
Intentamos contactar con Anna a ver qué podemos hacer con los billetes. El asunto del mensaje fue la frase que marcaría el resto del viaje: “avión mierda tren perdido”. Con esto se resume todo. En eso que a las 11:30 nos dan nueva información: el avión está en Manchester y no se retrasa dos horas, ¡se retrasa cinco!
Por suerte Anna nos dice que aunque perdamos el tren por el avión, podemos subir al siguiente. Ahora el único problema es encontrar algo que hacer durante cinco horas.
Pasamos el control porque según la azafata hay más cosas para hacer ahí dentro. Después procedimos a localizar el restaurante/cafetería/buffet/tienda de comida donde podíamos canjear el vale de 8€ que la compañía nos había dado por las molestias del retraso. Al final acabamos sentadas en los bancos con las piernas encima de las maletas exactamente igual que antes de pasar el control. La única diferencia es que Paula leía apuntes, Laura una revista y yo me había comprado la libreta donde he ido apuntando todo lo que ha pasado durante el viaje.
Estar allí era un poco como Tom Hanks en la película de la Terminal. Y después de esperar horas fuimos a pedir más información a la azafata del mostrador y se lo dije tal cual: esto es como Tom Hanks en la película de la Terminal. Y aun tuvo el valor de contestarme “¡Uy no! ¡Qué agobio!” ¿No me diga señora?
Desde este punto todo es más o menos en directo. Incluidos todos los desvaríos provocados por la espera. Son las consecuencias del aburrimiento y de tener un boli y una libreta. Y bien es sabido que me gusta hacer dramas de nada. Así todo es más entretenido.
Paula, cansada de estudiar se levanta de expedición a ver si hay novedades esperanzadoras. Expedición infructuosa. Laura y ella quieren contemplar el paisaje en un intento de evadirse de la realidad: estos bancos son incomodísimos. Convenimos que en media hora comeremos, es la única forma de mantener la cordura en esta larga espera. Mientras, AirBerlin y Ryanair no dejan de repartir personas por el mundo. Dos pájaros sobrevuelan nuestras cabezas. Tranquilos, no estoy loca, sé lo que me digo. Los he visto. Varias veces. Paula y Laura también. Igual al volver a casa necesitaremos una visita al psicólogo. Para más inri nos hemos dejado los billetes del tren en la maleta facturada. Y estoy sin batería para twittear, así empieza mi desintoxicación forzosa de twitter.
Después de no aguantar la media hora que habíamos propuesto, nos hemos entretenido con una comida amenizada con anécdotas sobre viajes y aeropuertos sentadas frente al panel de vuelos con la esperanza puesta en cambios favorables. Pero ni el panel ni la megafonía parecen estar por la labor de alegrarnos la tarde.
Son las 14:37h, hace media hora que teníamos que haber aterrizado en Manchester. Según el panel nuestra hora de embarque son las 16:25h. Según el maldito panel tenemos una temperatura de 23’7ºC y una humedad relativa del 43%. Y ahora sí que empezamos a desvariar, solo hay que escuchar a Paula contando chistes frikys al más puro estilo Sheldon Cooper. Lo peor es que Laura se los ríe. La única prueba de que yo también desvarío es la cantidad de tonterías que escribo en esta libreta y que luego colgaré en el blog para que el mundo se ría de nuestras desgracias con nosotras.
Paula sigue desvariando, cada vez más. Me preocupa. Son las 15:02h y hace un minuto que hemos perdido el tren Manchester – Sheffield. Y seguimos sentadas en el mismo sitio diciendo grandes tonterías y mirando el panel cada segundo.
Después de otra expedición para rellenar las botellas de agua y recargar brevemente el móvil en el baño, Laura opta por dormir y Paula y yo por jugar a las cartas. Son las 15:26h, queda una hora para la supuesta hora de embarque y seguimos sin tener puesta de embarque en el todo poderoso (y asqueroso) panel.
Hemos ido a informarnos y por suerte o por desgracia ya sabemos cuándo llega el avión. Llega desde Manchester a las 18h y unos diez minutos después empezaremos a embarcar. “Sólo” quedan dos horas y media de espera.
Son las 16:03h, llevamos aquí media vida y lo que nos queda. Laura ya hace rato que ha caído en un profundo sueño. Paula y yo aguantamos aunque sólo hemos dormido dos horas. Hemos jugado a todos los juegos de cartas que se nos han ocurrido, pero ya no sabemos qué más hacer. Mucho me temo que si no hablamos de algo Paula también caerá. Sé que hay un Starbucks, pero los aeropuertos son tan caros… Llevo viendo las mismas caras inglesas sentadas enfrente de mí desde hace horas. Paula ya no responde, ahora sí que me he quedado sola ante el sueño. Me temo que pasar todo esto al ordenador será largo, pero más largo (y pesado) será leerlo para vosotros.
Son las 16:09h. Acabaríamos de llegar a la estación de Sheffield. Seguimos en el aeropuerto de Alicante. Aunque me da miedo volar, estoy tan harta de estar aquí que subiría gustosa a un avión.
Hemos perdido el rumbo, no tenemos horario de comidas. Son las 16:50h y Laura y yo hemos caído en la tentación del Starbucks. Además al volver nos hemos equivocado de sofá. Algo se nos está contagiando de nuestros compañeros de desgracia que ya están cenando. He nombrado a Laura fotógrafa oficial del blog, ella hará las fotos que ilustraran la entrada de esta odisea (si aprendo a ponerlas).
Diario de abordo (porque esto ya es prácticamente un diario de abordo), queda una hora para que embarquemos. Según Paula 47 minutos. La esperanza se palpa entre la tripulación (Laura, Paula y yo misma) aquí en la base (la mesa donde llevamos sentadas tres horas). Son las 17:36h y por fin ha aparecido la puerta de embarque en el panel. Recogemos y nos vamos a hacer cola, cosa innecesaria porque son asientos pre-asignados."

Os dejo una foto (si se ve, sino...pues no os dejo nada) del panel del aeropuerto con la hora de salida (12:10) y la supuesta hora de embarque (18:05). De momento aquí se queda el relato hasta el siguiente capitulo: FASE 2: el avión.

¡Sed Felices!