jueves, 22 de marzo de 2012

Viaje a Sheffield (I)

Improvisadores, aquí está la primera actualización del viaje a Sheffield. Creo que voy a tardar un poco en subirlo todo, solo hace falta ver lo larga que es esta actualización y solo es la primera parte de 6 en las que he dividido el viaje. Os aviso: puede contener dramatizaciones e incluso alguna exageración. Lo que viene a continuación es todo lo que escribí en la libreta que llevaba. Espero que podais diferenciar entre lo que está escrito como explicación y lo que está escrito en tiempo real (es decir, en el momento en que pasaba). Normalmente estos últimos casos son los más dramáticos (y los que más risa dan).
FASE 1: El aeropuerto.
Después de salir de fiesta con Gemma y acostarme a las 5, me levanté a las 7 para meter las últimas cosas en la maleta y salir disparada hacia Alicante. A las 8 salíamos en el coche ya en dirección a la primera escala antes de llegar a Sheffield.
Después de dos horas y alguna cabezadita de Paula llegamos al aeropuerto y facturamos. Pero no todo puede salir rodado. La sorpresa que nos tenía preparada la azafata cambiaria nuestros planes. Nuestro avión se retrasa dos horas. Primera consecuencia: vamos a perder el tren de Manchester – Sheffield que sale a las 14:55.
Intentamos contactar con Anna a ver qué podemos hacer con los billetes. El asunto del mensaje fue la frase que marcaría el resto del viaje: “avión mierda tren perdido”. Con esto se resume todo. En eso que a las 11:30 nos dan nueva información: el avión está en Manchester y no se retrasa dos horas, ¡se retrasa cinco!
Por suerte Anna nos dice que aunque perdamos el tren por el avión, podemos subir al siguiente. Ahora el único problema es encontrar algo que hacer durante cinco horas.
Pasamos el control porque según la azafata hay más cosas para hacer ahí dentro. Después procedimos a localizar el restaurante/cafetería/buffet/tienda de comida donde podíamos canjear el vale de 8€ que la compañía nos había dado por las molestias del retraso. Al final acabamos sentadas en los bancos con las piernas encima de las maletas exactamente igual que antes de pasar el control. La única diferencia es que Paula leía apuntes, Laura una revista y yo me había comprado la libreta donde he ido apuntando todo lo que ha pasado durante el viaje.
Estar allí era un poco como Tom Hanks en la película de la Terminal. Y después de esperar horas fuimos a pedir más información a la azafata del mostrador y se lo dije tal cual: esto es como Tom Hanks en la película de la Terminal. Y aun tuvo el valor de contestarme “¡Uy no! ¡Qué agobio!” ¿No me diga señora?
Desde este punto todo es más o menos en directo. Incluidos todos los desvaríos provocados por la espera. Son las consecuencias del aburrimiento y de tener un boli y una libreta. Y bien es sabido que me gusta hacer dramas de nada. Así todo es más entretenido.
Paula, cansada de estudiar se levanta de expedición a ver si hay novedades esperanzadoras. Expedición infructuosa. Laura y ella quieren contemplar el paisaje en un intento de evadirse de la realidad: estos bancos son incomodísimos. Convenimos que en media hora comeremos, es la única forma de mantener la cordura en esta larga espera. Mientras, AirBerlin y Ryanair no dejan de repartir personas por el mundo. Dos pájaros sobrevuelan nuestras cabezas. Tranquilos, no estoy loca, sé lo que me digo. Los he visto. Varias veces. Paula y Laura también. Igual al volver a casa necesitaremos una visita al psicólogo. Para más inri nos hemos dejado los billetes del tren en la maleta facturada. Y estoy sin batería para twittear, así empieza mi desintoxicación forzosa de twitter.
Después de no aguantar la media hora que habíamos propuesto, nos hemos entretenido con una comida amenizada con anécdotas sobre viajes y aeropuertos sentadas frente al panel de vuelos con la esperanza puesta en cambios favorables. Pero ni el panel ni la megafonía parecen estar por la labor de alegrarnos la tarde.
Son las 14:37h, hace media hora que teníamos que haber aterrizado en Manchester. Según el panel nuestra hora de embarque son las 16:25h. Según el maldito panel tenemos una temperatura de 23’7ºC y una humedad relativa del 43%. Y ahora sí que empezamos a desvariar, solo hay que escuchar a Paula contando chistes frikys al más puro estilo Sheldon Cooper. Lo peor es que Laura se los ríe. La única prueba de que yo también desvarío es la cantidad de tonterías que escribo en esta libreta y que luego colgaré en el blog para que el mundo se ría de nuestras desgracias con nosotras.
Paula sigue desvariando, cada vez más. Me preocupa. Son las 15:02h y hace un minuto que hemos perdido el tren Manchester – Sheffield. Y seguimos sentadas en el mismo sitio diciendo grandes tonterías y mirando el panel cada segundo.
Después de otra expedición para rellenar las botellas de agua y recargar brevemente el móvil en el baño, Laura opta por dormir y Paula y yo por jugar a las cartas. Son las 15:26h, queda una hora para la supuesta hora de embarque y seguimos sin tener puesta de embarque en el todo poderoso (y asqueroso) panel.
Hemos ido a informarnos y por suerte o por desgracia ya sabemos cuándo llega el avión. Llega desde Manchester a las 18h y unos diez minutos después empezaremos a embarcar. “Sólo” quedan dos horas y media de espera.
Son las 16:03h, llevamos aquí media vida y lo que nos queda. Laura ya hace rato que ha caído en un profundo sueño. Paula y yo aguantamos aunque sólo hemos dormido dos horas. Hemos jugado a todos los juegos de cartas que se nos han ocurrido, pero ya no sabemos qué más hacer. Mucho me temo que si no hablamos de algo Paula también caerá. Sé que hay un Starbucks, pero los aeropuertos son tan caros… Llevo viendo las mismas caras inglesas sentadas enfrente de mí desde hace horas. Paula ya no responde, ahora sí que me he quedado sola ante el sueño. Me temo que pasar todo esto al ordenador será largo, pero más largo (y pesado) será leerlo para vosotros.
Son las 16:09h. Acabaríamos de llegar a la estación de Sheffield. Seguimos en el aeropuerto de Alicante. Aunque me da miedo volar, estoy tan harta de estar aquí que subiría gustosa a un avión.
Hemos perdido el rumbo, no tenemos horario de comidas. Son las 16:50h y Laura y yo hemos caído en la tentación del Starbucks. Además al volver nos hemos equivocado de sofá. Algo se nos está contagiando de nuestros compañeros de desgracia que ya están cenando. He nombrado a Laura fotógrafa oficial del blog, ella hará las fotos que ilustraran la entrada de esta odisea (si aprendo a ponerlas).
Diario de abordo (porque esto ya es prácticamente un diario de abordo), queda una hora para que embarquemos. Según Paula 47 minutos. La esperanza se palpa entre la tripulación (Laura, Paula y yo misma) aquí en la base (la mesa donde llevamos sentadas tres horas). Son las 17:36h y por fin ha aparecido la puerta de embarque en el panel. Recogemos y nos vamos a hacer cola, cosa innecesaria porque son asientos pre-asignados."

Os dejo una foto (si se ve, sino...pues no os dejo nada) del panel del aeropuerto con la hora de salida (12:10) y la supuesta hora de embarque (18:05). De momento aquí se queda el relato hasta el siguiente capitulo: FASE 2: el avión.

¡Sed Felices!






3 comentarios:

Has venido de visita, ¿por qué no improvisas algo aquí? ¡Gracias!