lunes, 3 de septiembre de 2012

Alcossebre, nuestro segundo hogar.


Improvisadores, he vuelto a Valencia y eso quiere decir que toca pasar todas las notas de la libreta al ordenador para que paséis el rato y cotilleéis. Este verano he llevado la libreta a todas partes, así que vamos a tener varias actualizaciones porque son muchos días. Os aviso de que algunas cosas están escritas en el mismo día pero otras no, así que puede que en una linea este en presente y de repente me pase al pasado o vete a saber, que soy muy rarita. 
14 Julio:
Es mi primer fin de semana de vacaciones. Planazo con las Señoras: Alcossebre y “estrenamos” juntas el coche de Paula. Después de hacer las bolsas, organizar los sitios y rezar para que el coche subiese la rampa del garaje, nos encaminamos a Alcossebre al ritmo de la Oreja de Van Gogh que es la banda sonora oficial de los veranos (desde el año pasado).
Una vez conseguí controlar las ventanillas de delante todo fue rodado. ¿Y esto porque? Pues porque al no tener aire acondicionado hay que buscar el punto exacto en el que el ruido no moleste y no muramos de calor. O no mueran los del asiento de detrás. A todo esto hay que añadir que las maquinas y yo no nos llevamos demasiado bien y tarde lo mío.
Llegamos a Alcossebre a la hora prevista y decidimos ir a comprar la comida antes de llegar a casa. Una vez nos pasamos de largo la primera señal hacia Consum, todo fue tan simple como cruzarnos el pueblo siguiendo las múltiples y variadas indicaciones. Cuando encontramos el Consum y aparcamos nos dimos cuenta de que debían regalar algo porque había gente para aburrir. Qué manía tiene la gente con  comprar comida. No lo entenderé nunca.
Una vez encontramos casi todo lo que buscábamos e hicimos la cola inmensa, nos tocaba buscar una frutería donde tuviesen limas y hierbabuena. Después de visitar tres fruterías conseguimos tenerlo todo y nos fuimos a casa a hacer la cena. Una vez hechas y disfrutadas las fajitas, recogimos todo (también gracias al aspersor que decidió que a las 11 de la noche era buena hora de que nos levantásemos de la mesa). Volvimos a aposentarnos, pero esta vez para empezar con los mojitos. Como vamos a lo grande, hicimos los mojitos en copas de wisky. ¿Consecuencia? Ninguna, simplemente que una copa son dos mojitos. Y aquí empezó el desvarío y las confesiones. Sobretodo las confesiones. Pero no os las voy a contar, eso solo se cuenta entre mojitos.
Estábamos tan a gusto que al final no salimos y nos quedamos de charreta hasta llegar a ese punto en que te entra el hambre y nos zampamos las papas que eran para el domingo.
15 Julio:
El domingo amaneció nublado y nosotras amanecimos a las 11. Aun así, nos vestimos y nos fuimos a la playa. Después de saltar lo menos 500 olas gracias a la bandera amarilla, nos fuimos a la piscina a quitarnos la arena y la sal. Previo paso por la ducha de la piscina. Aclaradas del agua salada en agua clorada nos fuimos a hacer la comida y a refugiarnos del calor del medio día dentro de casa. Nos animamos a jugar un trivial que, como siempre nos pasa, acaba derivando en el abandono de los quesitos y la simple lectura de las preguntas.
A las 7 de la tarde nos recogimos y volvimos a casa tranquilamente. Tan tranquilamente que a la altura de la Pobla de Farnals decidimos pararnos junto con otros coches para llegar más tarde a casa, porque íbamos con tranquilidad. Así que al final llegamos a casa pasadas las 20:30h. Yo, personalmente, volví con las conchas de la playa que Laura y Paula habían recogido, relax después de los exámenes, momentazos y risas que siempre tenemos juntas.
Este día fuera tuvo todo lo necesario para ser un gran día. Y un gran fin de semana. 
Puede que mañana haya una nueva entrega de "Verano 2012, no te vayas". Mientras tanto...
¡Sed Felices!

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