sábado, 9 de diciembre de 2023

Adaptandome... poco a poco.

Improvisadores,

He estado más desaparecida de la cuenta tanto aquí como en Instagram. Pero la vida me ha atropellado un poco.

En mayo empezaron la reforma de la casa de mi yaya (ahora mía). En junio se juntó una mudanza exprés porque vendieron el piso donde estaba, con las opos y con el final de curso.

La mudanza me llevó a compartir piso un mes de locura con Cristina que me acogió en su casa y que me hizo vegetariana de lunes a viernes. Celebré mis 32 con una tarrina de helado inmensa de chocolate y brownie. Pasé más horas de ese mes sentada haciendo temas que existiendo, y otras muchas saliendo a pasear con Cristina. Mi Risto particular repasándome los temas. Salimos de fiesta a las graduaciones como si nos graduásemos nosotras y yo no tuviese una opo en pocos días. Y el día antes del examen, nos fuimos al cine porque ya total…

La opos… mejor de lo que esperaba. Aprobé, que ya es más de lo que había conseguido nunca. Pero me quedé sin plaza. El proceso de asimilar que me he quedado a 0'17 de la plaza también tuvo lo suyo. Pero eh, al menos aprobé y sin tema y trabajando a tiempo completo. Igual me autoengaño diciéndome eso, pero me funciona.

El final de curso… como siempre. Con la tensión de saber cuando y donde tocará trabajar. Pero este curso sigo en el mismo instituto. Tengo que acabar FPB con mis chavales. Una vez se gradúen ya veremos.

Y todo esto, con la reforma de mi casa en marcha que, si no llega a ser por mis padres y especialmente por mi madre que está jubilada, no sé qué hubiese hecho. Ha sido también un proceso raro. Ver como desmontaban la casa de mi yaya que ahora no se parece en nada a la mía… Hay una foto de la cocina de mi yaya desmontada que la tengo grabada en el corazón.

Julio, agosto y septiembre los pasé en casa de mis padres. Pasaron volando entre viajes a Francia exprés a darle a mi tía Carmen los recuerdos de santos y estampitas que tenia mi yaya en casa. Nadie mejor que ella los va a cuidar. Mi tía Carmen y mi yaya eran amigas antes de ser cuñadas, ¿no os parece increíble? Y continuaron llamándose por teléfono muchas horas hasta el final. Como mi tía cumplía 90 este verano, la excusa perfecta para ir a verla.

Repetí excavando en el Frente de Levante en Vistabella 5 días. Que como siempre desconecto del resto del mundo. Os dejé un reels de qué hacíamos en un día a petición de una amiga.

También me fui al pueblo con Cristina y Camila. A la feria. No he bebido más tinto de verano en mi vida. Pero que bien se está en el pueblo. Y qué bien se come y qué bien se bebe. En septiembre me escapé una noche al pueblo de Elena a las fiestas. Si es que a mi no se me puede resistir una fiesta de pueblo.

Pero en octubre ya me pude trasladar a mi casa. Y no ha sido fácil. La adaptación, los remates de la obra e imprevistos. El dinero que cuesta. El estar en una casa que conozco… pero no. Es una sensación rara de explicar.

Estoy todo el día dándole mil vueltas a la cabeza a mil cosas, me apunté a la UNED como si no tuviese ya bastantes cosas que hacer. Pero no se estar sin hacer nada. Hasta que llegan días como hoy donde el cuerpo te para y te quedas en la cama y haces siestas de 3h.

Quiero volver a escribir, siempre me ha venido bien. Pero no sé de qué. Quiero utilizar más Instagram, pero tampoco viajo ni salgo por ahí, estoy en modo ahorro total y no tengo ideas.

Estoy en un proceso de adaptación donde no me aguanto ni yo a veces. A lo largo del camino conoces gente y luego por X motivos o por ninguno, se deja de hablar tanto. Y como estoy un poco en momento de adaptación soy consciente que igual no he luchado tanto por mantener eso. Y hay veces que me cansa mucho la gente (y soy profe, así que tengo un problema) y me doy cuenta de que es porque estoy constantemente pensando en cosas que tengo que hacer.

Y me saturo a mí misma. Desde aquí, lo siento si he saturado a alguien en este 2023, no era mi intención.

Intentaré volver pronto. Solo necesito un tiempito más.

¡Sed felices!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Has venido de visita, ¿por qué no improvisas algo aquí? ¡Gracias!