miércoles, 31 de enero de 2024

Recapitulación de enero: el mes más eterno del año

Improvisadores,

Febrero tendrá 29 días este año, pero enero ha tenido como 300, ¿no? Hoy vengo en modo reflexión y descarga. 

Voy a empezar por lo que más me ha trastocado enero: el trabajo. Imagino que alguno lo habrá deducido de mis otras publicaciones, pero soy profesora de historia en secundaria. No penséis que llevo mucho tiempo trabajando, desde el curso 2018 – 2019. Ha habido años más fáciles, años más difíciles. Compañeros mejores y peores. Pero hasta hoy no me había pasado esto. No quiero seguir en el centro donde estoy por culpa de la dirección.

La semana pasada mi jefa de estudios tuvo un muy mal gesto hacia mí, diciéndole a un alumno mío y a otra compañera que yo no mando. Es decir, desautorizando completamente mi trabajo. Y creedme que yo en clase tengo muchísima paciencia. Y soy resolutiva en general en el trabajo con mis problemas y con los de los demás. Pero desde la semana pasada que voy sin ganas y tengo mucha rabia dentro. No hacia los chavales, hacia ella. Cuando digo que lo peor de este trabajo son los adultos, no los chavales, me refiero a esto.

Llevo una semana de verdad malísima. De llegar a plantearme si quiero seguir haciendo esto. Porque en los años que llevo jamás me habían hecho sentir tan despreciada. Y eso que los adolescentes pueden ser muy crueles. Llevo 2 cursos haciéndome cargo de un grupo más complejo y sacándole las castañas del fuego a esta mujer... pero no pasa nada, se acabó. 

La 2ª evaluación siempre se hace muy pesada, pero espero volver a recuperar la ilusión por venir a clase porque al final los alumnos no tienen la culpa. Hoy ya… estoy menos enfadada. También ha pasado ya una semana y he asumido mi nueva filosofía de gestionar lo que me toca a mi y no lo de los demás. 

Es horrible la sensación de que tus compañeros no solo no te respetan, sino que te infravaloran. El viernes a última hora me dijo una compañera que no hiciera caso, que yo valgo mucho más que eso y tengo mejor saber estar que ella. Y se lo agradecí mucho, pero no hace desaparecer el menosprecio de dirección a mi persona y mi trabajo. No soy la profe más Mr. Wonderful ni más Pinterest, pero estoy por y para mis alumnos, para solucionar problemas y explicar mi asignatura. Pero esta semana me ha costado incluso eso. Y sinceramente, entrar a un aula con 25 adolescentes ya es difícil, pero si encima entras quemada, más.

Menos mal que el fin de semana salí un poco y me despejé, que me hacía falta. Además una salida que no esperaba, pero llegó la invitación el miércoles y de verdad lo primero que pensé fue: ¡Gracias! Justo lo que necesitaba. 

Fue desconexión de verdad. De paella familiar (que me salió buena eh), de cumpleaños y a comer a la falla y el domingo por la noche fui consciente de lo mucho que me había ayudado. Recargué las pilas para encarar otra semana más. ¡Ya queda menos para las vacaciones!

La verdad que ha sido un mes rarísimo. Un mes largo pero además creo que todos los años enero es el peor mes. No es la primera vez que vivo sola, pero sí es la primera que vivo sola en mi barrio. Antes los fines de semana me bajaba a casa de mis padres y siempre estaba en compañía. Creo que ahora hay muchos más momentos de soledad. Este mes me he repartido entre querer estar sola (normalmente cuando estoy en el instituto) y no querer estar sola (el resto del tiempo). Así soy, simple. Y encima que los ratitos de tortura en el gimnasio sean mis momentos de paz… tela. Pero no se lo digáis a mis entrenadores que pierdo credibilidad cuando me quejo allí. 

Está siendo un enero complicado a nivel personal, de estar ansiosa y no saber porque y eso lleva a pensar que algo malo está pasando cuando alguien está más raro o contesta seco, o no contesta. Pero no pasa nada. Ya es febrero, vamos a afrontarlo con otra perspectiva. O eso espero.

Hasta aquí mi recapitulación mensual. Os diría que mi idea es hacer esto cada mes, pero no voy a prometer nada porque seguramente no pase. Ya me conocéis. Recordad que también estoy en instagram (aunque tampoco aparezco mucho, la verdad... soy un desastre!)

Gracias por leerme, gracias por aguantarme y, sobre todo, gracias por vuestro tiempo.

¡Sed Felices! 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Has venido de visita, ¿por qué no improvisas algo aquí? ¡Gracias!