martes, 18 de septiembre de 2012

Vuelta al pueblo (Parte III)


Voy a ir un poco más lenta ahora porque no tengo nada de esto escrito en el ordenador y tengo que pasarlo de la libreta. Pero paciencia. Hoy, seguimos en el pueblo. Una semana da para mucho.
15 Agosto:
En contra de lo imaginado, me desperté sin necesidad de despertador a las 11:30. y otra vez a tope. Desayuné y bajé con mis padres a la plaza (a la del ayuntamiento, no al mercado, que aquí al mercado le llaman plaza también. No me pregunteis porque) para ver el concurso de tortillas. Pero estaba llenisimo  de gente y fuimos a la casa de la cultura a ver una exposición sobre la fauna de Albacete. Y dimos una ultima vuelta por la feria. A las horas que eran, el puesto de pollos causaba sensación, pero no conseguí que colase. De vuelta a casa nos encontramos con mis primos que volvian de comprar pollo. Si ya lo decia yo, que el pollo era lo mejor.
Por la noche fui con mis padres y mi hermana a ver el espectáculo de la plaza y después a comer los primeros y ultimos churros de la feria. Como el ultimo dia ya no hay verbena, nos fuimos pronto a dormir porque al dia siguiente nos ibamos de turismo. Se acabó la feria.
16 Agosto:
A las 8 de la mañana sonó el despertador y me quería morir. Es curioso que me cueste más levantarme por la mañana justo la noche que no salgo. Pero es así, preguntadle a mi madre.
A las 9 de la mañana salimos hacia Ciudad Real. Nos habían dicho que no hay mucho que ver…y no les faltaba razón. Llegamos allí a las 11 y nos tomamos un café mientras pensábamos qué hacer. Resulta que era la feria, así que nos dieron un programa de fiestas. Había conciertos. Mal horario, a esas horas estaría ya en casa. Había toros, muchos toros. Bah, he venido a hacer turismo, no a ver toros. Y todos los días a la 13h tenían el baile del vermut. Suena bien, ¿no? Pues tampoco fuimos. Pues como os contaba, era la feria así que estaba todo lleno de carpas y banderas por todas partes. También el reloj del ayuntamiento. ¿Qué importa el reloj? Pues que cuando da las campanas hace un pequeño espectáculo de muñecos con Don Quijote, Sancho y Cervantes. ¿Os parece poco?
Después de esperar veinte minutos para ver el reloj vivir su momento de gloria, visitamos la catedral y un museo. Las iglesias estaban cerradas por horario, por la feria, por obras o por funeral. Así que fue un turismo breve. Lo mismo nos pasó con algún monumento.
Pero para compensar, vas a comer y te ponen un plato que no sabes si es sólo para ti o también para los de la mesa de al lado. Tendrian que haberme cobrado la mitad..o un cuarto. Me vuelve a doler el estómago solo de pensarlo. Me pasé la tarde entera suspirando, pensaba que moria. Pero no me arrepiento de nada. Y no me comí ni la mitad.
Por la tarde, después de la siesta y de vagar por la ciudad buscando sombra, nos fuimos al yacimiento de Alarcos y llegamos a las 17:20, pero la visita no empezaba hasta las 19h. Bien. Yo me preguntaba cómo iba a subir con las chanclas, nadie me dijo que iríamos de yacimientos. A las 6 decidimos irnos porque la visita acababa a las 21h y teníamos por delante dos horas de coche hasta casa. Dos horas que me pasé durmiendo. Así soy yo, me gusta disfrutar del paisaje.
Como volvimos tarde y cansados, nos acostamos pronto. A las dos cuenta como pronto en verano, ¿no?
¡Sed Felices!

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