domingo, 23 de septiembre de 2012

Las últimas dos semanas...de no parar.


Improvisadores, me he cansado de hacer pequeñas entradas. Así que pongo todo en esta y pasamos a otra cosa mariposa. Es un poco larga, pero la voy a dejar tal cual. Sé que me vais a perdonar. Y sino..pues chicos, cerrad cuando os canséis de leer. Qué fácil, ¿verdad?
22 Agosto:
Fiestas de Algar. Allá que vamos a cenar y a ver el Grand Prix que tenían preparado. Yo no sé cómo la gente estaba tan tranquila, cada vez que mi primo salía a mi me daba algo. Y a su hermana también, así que entre las dos...bien. Después de varias caídas y una vaquilla que se escapó, empezó la discomóvil. Aunque el dj no estaba muy motivado esa noche. De todas formas nos teníamos que ir pronto porque por la mañana yo tenía que madrugar. Entre que llegaba a casa y pitos y flautas…me acosté a las 5 de la mañana.
23 Agosto:
Había quedado para comprar la comida con Elena y Héctor mientras Anna, Paula y Karl estaban en la playa. La verdad es que no soy muy fan de la arena de la playa, y después de acostarme a las 5 y levantarme a las 9, pues como que menos. Así que allí estuvimos, luchando con aquellas brasas infernales que no querían encenderse y poniendo la mesa. Y diréis, ¿y todo esto? Y yo digo, ¿Pero se necesita una excusa para quedar a hacer una barbacoa? No. Pero en nuestro caso la teníamos: íbamos a conocer a Karl. Gracias a una pequeña falta de coordinación, acabamos la comida cuando ellos salían de la playa y no cuando ellos llegaban a casa. No pasa nada, gracias a dios existe el microondas.
Comiendo yo creo que fue bien, aunque vamos a ser sinceros, si hubiésemos hablado en inglés igual el pobre Karl se hubiese enterado más, pero tengo pánico escénico a hablar inglés delante de ingleses. No puedo, lo siento. Pero aun así, sin entender una palabra, estuvo bien. Y también se dio cuenta de que hablo muy rápido. Me lo dicen mucho. ¿Será verdad?
Después de comer quedamos para el día siguiente también, porque era el cumpleaños de Paula. Pero esa ya es otra historia.
24 Agosto:
Volví a madrugar para bajar con el coche a Valencia porque Paula y yo habíamos quedado para desayunar en casa de Anna con ella y con Karl porque como no vendrían a comer, Anna dijo que quedásemos a desayunar para felicitar a Paula. Yo me apunté porque lo mismo me da conducir desayunada que sin desayunar. Y Anna y Karl se lucieron haciendo crepes para desayunar. Después de desayunar fuimos a casa de Paula a despertar a su hermano y a que la mujer se cambiase. No queda bien ir a la playa sin bañador. Una vez estuvimos todos listos nos fuimos Elena, Héctor, Paula, su hermano, su padre y yo a la playa.
Qué bonita es la playa del Saler. Qué bien se está, que poca gente hay, que maravilla… ¡y cómo picaba el agua del demonio! Así que después de bañarnos y de aclararnos el agua en la ducha para no morir del picor nos volvimos a cambiar. No queda bien ir a un restaurante en bañador. Así que nos fuimos a un restaurante y su padre nos invitó a una paella para celebrar el cumpleaños.
Después de comer volvimos a Valencia y…yo de vuelta a casa con el coche ardiendo después de estar aparcado horas y horas al sol. ¿Que porqué no lo aparqué en la sombra? Pues porque cuando llegué esa mañana a Valencia había mercadillo y no tenía mucho donde elegir.
25 Agosto:
Fiestas de Algar. Allá que vamos, pero esta vez solo Nur y yo y nos vamos a quedar a dormir porque mi primo quiere agua de Valencia y ya que la hago bebo y ya que bebo no conduzco. Así que allí estábamos mi primo y yo en el garaje haciendo el agua de Valencia. Problema: no caí en que tendría que darles a mis tíos y sus amigos. Porque estando aun en los toros ya estaban diciendo que querían probarla. Y les dimos media botella, pero se quedó tan corta que a las 4 menos algo me mandó un whatsapp mi tía preguntando si aun nos quedaba  más. Así que el año que viene haremos más de tres litros.
Esa noche estuvimos Nur, Belén y yo de charreta más que bailando, porque la gente parecía que no se acababa de animar a bailar. Y al final nos retiramos sobre las 5. Creo. No me acuerdo.
31 Agosto:
Quedamos para celebrar el cumpleaños de Paula. ¿Otra vez? Sí, esta vez con Laura, porque por si no lo habíais notado no estaba los días anteriores. Después de una semana pensando, decidimos que íbamos a hacer una cena de montaditos y de picar y decidimos que cada una hiciese unos y los llevásemos ya hechos. A mí me tocó tortilla de patatas (de mi madre, no es porque yo no sepa hacerla, es porque mis amigas dijeron que de mi madre. Que conste). Como mi madre hacia la tortilla, decidí hacer la tarta. Pero no os creáis que fue fácil pensar de qué, porque nunca me acuerdo de qué le gusta a cada una. Al final fue mi padre el que me dijo una tarta que comía de pequeño. Y triunfé. El caso es que a las 6 me veis a mí en el coche, con media cena y rezando para no encontrar tráfico, por el bien de la tarta. Como veis, me he hecho más carretera que un tonto.
Habíamos quedado a las 19:30h en casa de Laura para organizarlo todo y estuviese listo cuando Paula llegase. Y estaba listo, pero Paula no llegaba. Y otra vez, menos mal que existen los microondas. Al final llegó y antes de decir “hola” dijo “lo siento”. 1h y pico tarde. Esto pasa cuando antes de quedar con alguien tienes otra cosa. Te retrasas en una y ya la has liado.
Se supone que Paula es la que hace las tartas, pero no había podido hacer la tarta y le dijimos que no se preocupara porque teníamos congelada tarta que sobró de la comida con Karl. Y le sacamos media tarta congelada en una fiambrera. Su cara fue épica. Tendríamos que haberle hecho una foto. Qué gran momento de la historia. Pero tranquilos, luego sacamos la tarta que había hecho yo, no somos tan crueles.
7 Septiembre:
Después de una semana en Valencia intentando aclarar papeles, horarios y demás, el viernes me fui con Gemma a Alcossebre. Ya os dije que es casi mi segundo hogar. Allá que fuimos Gemma y yo, todo iba bien hasta que se salió en la salida anterior a la que tocaba. Lástima de carreteras que no te dejan rectificar, nos tocó hacer lo menos 20 minutos en dirección contraria y media vuelta. También fue culpa de un vehículo extra lento, que conste. Y por fin llegamos y sorpresa: son las fiestas. Os prometo que no sabía que eran fiestas del pueblo. Así que nos pasamos el fin de semana en este orden: paseo por la playa, cervecita, comer, siesta, paseo por la playa, cena, fiesta, comprar, paseo por la playa, cervecita, comer, siesta, paseo por la playa, cena, fiesta, dormir toda la mañana, paseo por la playa, comer, siesta. Como podéis ver, vivimos muy estresadas las dos.
De vuelta a casa todo fue bien, no nos equivocamos de salida. Y eso que la que dirigía era yo porque tenía que dejarme en mi casa. Que fe ciega tiene esta mujer en mí.
11 Septiembre:
Día de matrícula. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que habíamos quedado a comer y nos juntábamos todas las Grandes después de todo el verano. Que no es como si no hubiésemos hablado, porque el whatsapp echaba humo. Así que después de mucha paciencia por culpa de los ordenadores de la universidad, que no se si se rompen solos o los rompen por tocar las narices, por fin nos fuimos a comer. Y después de comer me matriculaba yo. Estaba todo el día pensando “Como no tenga sitio en lo que quiero, me han matado”. Os comunico que sí tenía sitio. Menos mal.
Después de matricularme nos fuimos Thais y yo a su casa mientras Gemma se iba a su casa a por ropa y volvía. Hoy dormíamos en casa de Thais. Pensábamos salir, pero como Raquel no pudo quedarse, lo aplazamos y nos quedamos en casa. De tranquis, pero bien. Genial.
Pero mejor aun fue al día siguiente, que nos hacen ir a las 10:30 para una charla sobre las prácticas y cuando llegamos nos dicen que nos podemos ir los del autopracticum. Ganas de matar aumentando. Y ya a mis amigas las acabaron de rematar diciendo que tenían que rematricularse porque habían combinado asignaturas de dos itinerarios diferentes. Viva la competencia. 
Y con esto acabamos hasta nueva orden. ¿Cuándo será eso? Pues no lo sé. Mañana si me aburro, el día que salga con las Grandes. No lo sé, cualquier día puede ser el día.
¡Sed Felices!

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