domingo, 3 de enero de 2021

Por un 2021 diferente

Improvisadores, 

Por fin 2021. Teníamos ganas, ¿verdad? Que el 1 de enero no iba a cambiar todo radicalmente, lo sabemos. De hecho, con las fiestas navideñas se esta volviendo a disparar el covid y vamos a mal. ¿Queremos empezar así la nueva década? Yo creo que no.

Por eso os deseo un 2021 lleno de esperanza y sentido común. Coneixement, como se dice en la terreta. Conocimiento. Se pueden hacer cosas con cabeza. Como digo a mis alumnos, si queremos volver a la normalidad tenemos que poner todos de nuestra parte. El 2021 no va a ser un año mejor que el 2020 por si solo, tenemos que poner todos de nuestra parte. Así que os deseo un 2021 lleno de sentido común, de precaución y de mucha salud. El resto, todos los buenos momentos, las reuniones con amigos y familia, los viajes, todo lo que no pudimos hacer en el 2020... llegará. Y llegará si nos comportamos bien. 

Esta Navidad ha sido rara, y me comí las uvas en videollamada con mis primos y no todos juntos, nos tomamos una copa después de las uvas en videollamada y no todos juntos. Y me da pena, mucha pena. Y empecé el 2021 llorando ya el día 1, sí. Pero sacrificar una navidad me parece un cambio justo si para las siguientes puedo celebrarlo con mis primos y mis tíos. Juntos como siempre. 

En 2020 hubo muchas cosas que se quedaron por hacer. Pero habrá tiempo para hacerlas. Habrá mucho tiempo si hacemos las cosas bien. Volverán esas oportunidades. Volverán todas las cosas que no hicimos. Las cosas que no dijimos. Pero no podremos hacerlas ni decirlas si no nos portamos bien ahora. Que sea 2021 no quiere decir que olvidemos todo lo que el 2020 nos ha enseñado. 

Para los que no lo sepáis, yo soy profesora de secundaria. Y odié cada segundo del confinamiento dando clase online. Supuso muchas más horas de trabajo que yendo a trabajar.  Pero sirvió para parar la curva, ¿no? Volvería a hacerlo. Y yo soy profesora pero vivo con 3 enfermeros. Y no sirve que se aplaudiese a las 20h a los sanitarios si ahora no se sigue manteniendo la cabeza y haciendo las cosas bien. No olvidemos en 2021 todo el personal esencial que siguió trabajando durante el confinamiento, que sin ellos no tendríamos productos básicos ni sanidad. Que no se nos olvide que siguen trabajando tanto o más que en la primera ola, que están cansados como todos pero añadiendo el extra de trabajo. Que no se nos olvide lo agotador que ha sido el 2020 para todos. Cuanto mejor nos portemos más rápido pasará y antes podremos descansar. 

Que el 2021 sea el año de la esperanza con la vacuna, la luz al final del túnel que nos trae el final de esta pandemia. Pero que llegue cuando tenga que llegar. Y si pasa por tener que vacunarse mucho porcentaje de población, hacedlo. A toda la gente que pedía a gritos una vacuna, no os echéis atrás ahora. Yo odio las agujas, con toda mi alma. Pero he donado sangre. Y si puedo donar sangre porque estas ayudando a los demás, ¿Por qué no vacunarme? También estaré ayudando a los demás. Pensemos que hay gente que no puede vacunarse. Para mí, mi padre. Seguro que si pensamos un poco todos conocemos a alguien que no puede vacunarse y gracias a nosotros estará protegido. 

Perdonad la chapa que os he soltado hoy, pero necesitaba sacarlo. Y desde el principio este blog era mi manera de desahogarme, y más desde el confinamiento. Además, los viajes ahora están difíciles y no sé que os contaré el domingo que viene. 

Os deseo un 2021 lleno de buenos momentos, amigos, familia, esperanza, coneixement y gratitud. 

¡Sed felices! 

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