Improvisadores, vamos a entrar al tema interesante:
las vacaciones. ¿No os parece interesante? Yo creo que es lo mejor del verano.
O ¿quizás es el verano lo mejor de las vacaciones? No lo sé, el caso es que
ahora voy a contaros mi primer viaje.
El lunes 22 era el día de organizar la maleta a
corre prisas. A las 9 me desperté por culpa (o gracias al) grupo del whatsapp
del camping, que ya estaban en marcha. Me puse a recoger mis cosas hasta que
aparecieron mi madre y mi hermana diciendo que si íbamos al centro a ver
vestidos para la graduación. Vale, vámonos. Yo no sé qué pensaba mi madre, pero
me llevó al centro a tiendas donde tienen hasta café. Y donde no voy a gastarme
tal cantidad de dinero en un vestido. ¿Estamos tontos o qué? 970€, mis dos riñones,
tres ojos de la cara, un pacto con el diablo… además, en Divinity las
dependientas son mucho más simpáticas. “A estas alturas, para septiembre no encuentras nada”.
Pesimista de las narices, ya veremos si encuentro o no.
Después de comer acabé la maleta. Luego me fui a merendar con Lau y por la
tarde, al llegar a casa, Gem me dijo que su cargador podía servir
para mi cámara de fotos. ¡Yuju! Después, de repente en mi casa había que
preinscribirse para el master, así que lo hice y en cuanto lo conseguí, mi
padre me llevó a casa de Thais. Bajaron Thais y Alejo para ayudarme a subir trastos. Cuando llegó Gem nos fuimos a mercadona a
comprar el desayuno y el almuerzo del viaje. Volvimos a apalancarnos en el sofá
hasta la hora de cenar [Maria, deja de meterte con Gemma mientras escribes esto
en el camping] y nos fuimos hacia el restaurante. Queríamos cenar en uno
ambientado en La Vida de Brian, pero
estaba cerrado y acabamos cenando en un libanés (Beirut King) con un menú degustación que
según Gem sabía todo a morcilla. Pero a mi me encantó.
Casi a punto del empacho y muerte, volvimos a casa de
Thais. Hacía tanto calor que moriríamos por empacho y deshidratación. Gem y yo
preferimos acostarnos en los sofás con el ventilador. Pero no conseguí dormir
del tirón y a las 4:30 se despertó Gem y asaltamos la nevera en busca de agua. Después
de esperar a que se descongelase una botellita pequeña, de darnos cuenta de que
podíamos beber de una garrafa de la nevera y de cambiar los sofás, conseguí
dormir del tirón hasta las 6:30.
El despertador sonó el martes 23 a las 7 de la
mañana. Mientras Gem remoloneaba, Thais y Alejo se ducharon y yo…remoloneé.
Desayunamos sandia, recogimos los trastos y nos fuimos hacia el coche. Después
de la partida de tetris más difícil de la historia, conseguimos meternos todos
en el coche. Solo diré que Gem y yo no tocamos el suelo del coche en ningún
momento.
Después de parar a almorzar (previsoramente habíamos
hecho bocadillos. Madres y abuelas, podéis estar orgullosas), seguimos la ruta
y llegamos al camping (La Ballena Alegre) a las 13:30. El camino estuvo amenizado por canciones de
nuestra recolección, pero también por la radio. Llegamos al camping y hacemos el check in. Y luego nos dicen que nos busquemos
una parcela. Reserva ni reservo, allí que vamos nosotros en medio del caos a
buscarnos una parcela. Nuestro vecino de la derecha nos ocupaba un trozo de
parcela, pero bueno, no nos molestaba. El vecino de atrás será ahora conocido
como El Patriarca, la mujer del Patriarca y su hija la Barbie Choni. Por fin
encontramos una y después de 1h conseguimos montar la tienda (bueno, Thais y Alejo montaron la tienda). Es un tiempo nada
malo si tenemos en cuenta que no la habíamos montado nunca, y si tenemos en
cuenta también que no se nos cayó encima en ningún momento durante todo el
viaje. Pero claro, imaginad el calor que pasamos montando la tienda al sol a
esas horas del mediodía. Nada más
acabar nos fuimos al bar a comer algo, pero como tenían horario guiri, nos
tuvimos que conformar con unos bocadillos y unas cervezas. Suficiente.
Nos quedamos allí apalancados muriendo de calor. Nos reímos
de Alejo, que dijo que su teléfono vaticinaba lluvia, nos reímos de mi madre que
también nos había avisado. Nos dejamos de reír cuando acabamos con todos los
trastos dentro de la tienda porque llovía. Mientras nosotros recogíamos las
cosas dentro de la tienda, llego el vecino de la izquierda, un señor austriaco
que desde hoy conoceremos como Vettel. Iba con sus 3 hijos (el de gafas, la
niña y Philip) y se puso a montar la tienda mientras llovía, después de que yo
intentase explicarle que la parcela acababa en una piedra. No lo entendió,
porque nos ocupó media parcela. Como es lógico, noche de lluvia, noche de
cartas. Cenamos los 4 dentro de la tienda, jugamos a las cartas y a las 12 estábamos
todos en la cama. Porque teníamos sueño y porque somos muy respetuosos con las
normas que dicen que de 12 a 7 hay que mantener el silencio absoluto.
El miércoles 24 decidimos quedarnos en el
camping, lo que no sabíamos era que a las 8 de la mañana nos despertaría el
calor insoportable que hacía en la tienda. Nos levantamos con calma,
desayunamos con calma y sobre las 11 nos fuimos a la playa, también con calma. A las 13:30 y ya muertos de calor nos
fuimos al chiringuito a por unas cervezas. Pensábamos seguir nuestro camino hacia
el supermercado, pero tenían pollo asado y patatas y decidimos aplazar la
cocina para la noche. ¡Viva la procrastinación!
Después de comer nos quedamos allí porque corría el
aire y se estaba mejor que en ningún sitio. Pero os aseguro que el tiempo pasa
muy despacio cuando no haces nada. Al final volvimos a la parcela y fuimos
moviendo las sillas según el sol. Después de conseguir levantarnos, caminamos
el largo trecho que había de nuestra parcela al súper y por la noche cocinamos
con el camping gas. Es más difícil darle la vuelta a la tortilla francesa si
con un mal gesto puede acabar en el césped. Allí estábamos, Thais y yo cada una
en una silla alrededor del camping gas, Thais aguantando la luz y yo con la sartén
y la paleta en la mano. Después de cenar estuvimos con las cartas y de sobremesa,
tanto que Thais y Alejo se apalancaron. Pero Gem y yo queríamos salir a ver que
se cocía por ahí. El chiringuito cierra a las 12 y en la discoteca estaban
todos los críos y el pub es pub de sentarte y tomarte una cerveza. Así que 30
minutos después de salir, Gem y yo volvíamos a la tienda con la sensación de
ser nosotras las guiris. Debía ser así, porque allí eran todos holandeses.
El jueves 25 sonó el despertador a las 8,
desayunamos, molestamos a la Barbie Choni que seguía durmiendo, también molestamos
a nuestros vecinos de atrás que seguían durmiendo (conocidos desde hoy como
Justin y su hermano el Moreno), recogimos y nos fuimos a Figueres. Aparcamos
cerca de información (gracias GPS) y nos fuimos a hacer cola al museo de Dalí.
Creo que de todos, la más fan de Dalí es Thais. A mí es que el surrealismo no
me va, no lo entiendo mucho y parece que Dalí estaba como una cabra. Con todos
mis respetos hacia los admiradores de Dalí. Después de ver el enorme,
gigantesco e interminable museo, nos fuimos a comer.
Acabamos en el restaurante más lento de Figueres y
preguntándonos si se pueden enviar sugerencias anónimas a Chicote. Después de
horas para comer, volvimos al coche. El parking nos costó 10€ y a Alejo casi le
da algo cuando vio que por ese precio ni le habían lavado el coche ni nada. Nos
pusimos rumbo a Sant Pere de Rodes. Por el camino eché alguna cabezada hasta
que topamos con un badén gigante que hizo que se me desencajaran las vértebras
y me despertase. Es que íbamos por un camino de rotondas y no puedo soportarlo,
me entra sueño. Pero luego el camino de curvas subiendo hacia Sant Pere ya no
me dormí, esos sí me gustan. Llegamos arriba y…menudas vistas. Sí que sabían
elegir bien los monjes las localizaciones. El monasterio sí que me gustó, más
que el museo de Dalí diría yo.
Al acabar la visita, de vuelta al coche, pasamos por
Cadaques de camino a Port Lligat a ver la casa de Dalí, pero no entramos porque
eran 11€ y aun teníamos que volver al camping. Después de 1h de coche llegamos
al camping a las 20:15h y decidimos que no queríamos cocinar, así que nos
fuimos a la ducha y Alejo que acabó antes, se fue a por dos pizzas.
La verdad es que las pizzas estaban más buenas de lo
que creía. Volvimos a jugar a las cartas y una vez la Barbie Choni acabó la fiesta
que tenía con sus amigos en la caravana, nos fuimos a la cama. Total, si ya se
van no tengo nada que cotillear, no vale la pena.
El viernes 26 volvimos a quedarnos en modo
reposo en el camping, con nuestro calor a las 8 de la mañana, nuestra playa a
las 11 y nuestra cerveza a las 13:30. Como veis, vivimos muy mal, muy
estresados. Volvimos a comer en el chiringuito y después nos fuimos a la sombra
de la piscina a hacer la siesta. A las 15 nos despertamos y Gem y yo nos fuimos
a la ducha muertas de calor y luego a la parcela a sentarnos a la sombra. Al
rato vinieron Thais y Alejo y tras horas aburridas de calor, nos pusimos a
jugar al Jungle Speed (nosotros lo llamamos el Tótem, pero da lo mismo), el
juego de cartas del viaje por excelencia. Nos entusiasma tanto que acabó siendo
un espectáculo para los padres de Justin y el Moreno.
A las 20 nos fuimos a comprar la cena. Ya teníamos la
cebolla en la sartén cuando encendimos el camping gas y empezó a arder por la
clavija y lo tuvimos que apagar con una botella de agua. Lo dejamos enfriar y
lo volvemos a intentar. Parecía que a la segunda iba bien, pero volvió a arder.
Yo propuse pedir una cocina, pero ninguno quiso. Entonces el Patriarca vino a
decirnos que ellos nos hacían la cena en su cocina. Gracias a esta buena gente
pudimos comernos las hamburguesas.
Después de cenar volvimos a sacar las cartas en la
partida más larga de la historia. Thais soltó un chillido a las 12:05 que hizo
que por poco se nos saliera el corazón y nos echasen del camping (bueno, puede
que esté exagerando). Cuando por fin acabamos la partida infinita, nos fuimos a
dormir.
El sábado 27 fue el día que más tarde nos
levantamos, a las 9 de la mañana. Diciendo esto no parece que estemos de
vacaciones. Estábamos muy vagos y tardamos en desayunar y en cambiarnos.
Llegamos a la playa a las 12 y yo diría que, definitivamente, fue el día más
vago de la semana. Para variar, no cocinamos al medio día. Y por la noche nos
fuimos a cenar a la pizzería. Nos pusimos nuestras mejores galas y nos fuimos
al restaurante. Entramos muy decididos hasta que nos preguntó si teníamos
reserva. Pues…no. Así que teníamos a 6 personas delante de nosotros. Pues una
caña mientras esperamos, ¿no?
Justo cuando acabábamos llegó la camarera a buscarnos.
Como somos unos animales, pedimos una pizza para cada uno y una ensalada. Digo
que somos unos animales porque el miércoles habíamos cenado los 4 con 2 pizzas.
Las pizzas y la ensalada no nos las acabamos, pero el lambrusco sí. Durante
todo el camping nos comportamos y fuimos muy calladitos en contra del tópico,
hasta este momento. Fuimos los más escandalosos del restaurante mientras
hacíamos monólogos históricos partiéndonos de risa de todo evento histórico
estudiado en la carrera. No sabemos si haremos un libro o un espectáculo
teatral, ya os voy avisando. Al acabar de cenar bajamos a la fiesta del mojito.
Nosotros íbamos a bailar, pero como había una pareja bailando muy bien, no
quisimos dejarlos mal. Es decir, no bailamos porque no quisimos, no porque
bailasen genial. Pero como el camping tiene horario guiri, a las 12 se acabó la
fiesta y a las 12:30 estábamos en la cama.
El domingo 28 nos levantamos a las 8 – 8:30
para ir a Empúries. Llegamos allí y resulta que el último domingo de cada mes,
la entrada al yacimiento es gratis. Entramos y nos sentamos a beber agua
congelada mientras esperamos a la visita guiada de las 11. Allí en la cafetería
nos pusimos a comentar datos históricos y esas cosas, sin darnos cuenta de que
en la mesa de al lado, la guía de la visita de las 11 nos miraba de reojo.
Primer enemigo de la mañana. Nos fuimos al punto de reunión y resulta que la
entrada al yacimiento es gratis, pero la visita guiada no, son 3€. Y le decimos
que compramos las entradas ahora y hacemos la visita y nos mira y nos dice que
mejor en catalán a la de las 11:30. Está claro, nos escuchó hablar y le dio
miedo que le preguntásemos, es que Thais es muy lista y controla el tema, ojo.
El caso es que compramos las entradas y nos esperamos
a la visita de las 11:30. Esta visita era en inglés y en catalán. Y menos mal
que nos esperamos a esta, porque el guía era más simpático que la otra. El tal
Alex hizo una visita de 2h pero muy entretenida, nos reímos mucho, disfrutamos
como niños en un campamento, todos sentados alrededor de él a la sombra
mientras nos contaba batallitas de Escipión y las guerras púnicas. Así sí suena
todo bonito.
Volvimos a comer al camping, que estaba a 10 minutos y
después de reposar un rato viendo la F1, nos fuimos a Girona. Menos mal que
vencimos nuestra pereza, porque es preciosa. Muy bonita, de verdad. Vale la pena
ir. Además, la parte vieja no tardas tanto en verla.
Al volver de Girona
pasamos a comprar algo para cenar, sin cocina, por supuesto. Nos hemos pasado
el camping comiendo macedonia y cosas frías.
El lunes 29 nos levantamos pronto porque
teníamos planes más lejanos. Pusimos el GPS y tranquilamente llegamos a Besalú.
Mi madre me dijo que Besalú era muy bonito, y no mentía. También me dijo que
hay un libro ambientado en el puente de Besalú, y me lo creo, pero no me lo he
leído. Ya os compartiré alguna foto en instagram. Fuimos a la oficina de visitas guiadas y elegimos la que daba toda la
vuelta al pueblo. Nur dice que íbamos de pijos, de VIP, pero
mi padre dice que íbamos potenciando el trabajo de guía turístico por si algún día
nos toca trabajar ahí. El caso es que resultó que nosotros 4 éramos los únicos
en la visita. Así que disfrutamos realmente de una visita privada, con una guía
muy simpática con un acento catalán muy acogedor. Como íbamos los 4 dijo que
podía hacerlo en castellano o en catalán, pero como nos daba igual y ya nos
había oído hablar en valenciano, nos hizo la visita en catalán. Igual es una
sensación mía, pero el acento de Girona es mucho más agradable que por
Barcelona, sin ofender. Será una sensación. Después de la visita nos fuimos a
ver el puente de cerca, compramos unas madalenas gigantes rellenas de mil cosas
y pusimos rumbo a Camprodón.
¿Por qué Camprodón? Porque mis padres nos dijeron que
hacen un embutido de primera. Y no mentían. Llegamos justo a la hora de comer y
comimos muy bien en un restaurante de la plaza (Nuria). Mi hermana dice que fui
ahí porque no puedo vivir sin ella, yo digo que era el que más nos gustó.
Además, la señora era muy simpática y nos hizo reír primero tomándonos nota y
después con el postre. Estaba toda la comida buenísima y no nos salió
excesivamente caro si no recuerdo mal.
Después de comer fuimos a la oficina de turismo, pero
la oficina de información de Camprodón cierra los lunes y martes, que lo sepáis
si vais. Así que nos fuimos a ver el puente, subimos y justo al bajar, como
dijeron mis padres, la tienda de embutidos. Entramos allí y no sabíamos qué
llevarnos, todo olía tan bien. Al final salimos de allí con cosas para casa
pero también con un fuet para cenar. No se deciros exactamente el nombre, pero no tiene perdida porque el escaparate es alucinante.
Al llegar al camping empezamos a recoger todo más o
menos, porque por la mañana teníamos que irnos. Se nos pasó muy rápido la
semana.
El martes 30 nos levantamos a las 7:30,
desmontamos la tienda, nos duchamos y una vez cargado el coche, nos fuimos a
hacer el check out y a desayunar al bar. Conseguimos subirnos en el coche otra
vez con los trastos (y nuevos trastos como una caja con botellas de vino) y
pusimos rumbo a Valencia. Tuvimos que parar una vez por el bien de la
circulación de mis piernas, se me había dormido ya una. Y estuvimos parados un
buen rato en el peaje, pero al final, llegamos a Valencia sobre las 15. Llegué
a casa muy cansada, solo quería dormir, pero tenía que deshacer y hacer la
maleta otra vez, al día siguiente por la tarde tenía que estar en Denia. Lo que
sí hice esa noche fue seguir el ritmo del camping y a las 12 ya estaba en la
cama.
El siguiente viaje, a la próxima.
Actualización 22 noviembre 2020: esta entrada estilo diario no estaba muy pensada como recomendación de viajes o sitios, solo como memorias de un gran viaje. ¡Espero que os guste igualmente!
¡Sed Felices!
JAJAJAJAJAJA M'ENCANTAAAA!!
ResponderEliminarM'encanta que t'encante! Sobretot perque eres una de les protagonistes jajajaja
Eliminar