Improvisadores, tengo
una sorpresa para vosotros: Hoy no escribo yo el blog. Hoy lo escribe mi amiga
Paula. Como habréis leído Paula está ahora mismo en Viena. Si algo caracteriza
a Paula es que es un poco torpe, pero como podréis comprobar se lo toma con
mucho humor. Me ha dejado compartir con vosotros el email que me mandó. Al copiarlo, no sé porqué se queda en blanco. Sé que me perdonareis, además, no estoy en mi ordenador. El email traía
por asunto "El día del casi". Disfrutad.
"He titulado así el e-mail porque hoy casi me pasan
muchas cosas, pero al final todo ha acabado bien....
Casi llego tarde a trabajar: Esta mañana he
salido de casa muy confiada pensando que tenia clarísimo como llegar a
trabajar, pues ayer llegue a la primera, pero me han fallado los cálculos y el
bus hoy no pasaba... total que he tenido que buscar una alternativa al bus (en
perfecto alemán, pues aquí eso de que todo el mundo habla ingles aun esta por
ver...), pero bueno, al final leyendo nombres de paradas de otros buses he
llegado bien (incluso con 3 minutos de adelanto)
Casi no me registro en la uni: Hoy he pedido permiso
para salir un poco antes y que me de tiempo a ir a la oficina de la universidad
para acabar los papeles, cuando he llegado tenia 33 personas delante.... Como
también tenía que ir a la oficina central de la residencia a que me firmaran el
contrato del alojamiento y pillaba cerca me he dicho: Pues voy a la oficina de
la resi y vuelvo, pues me dará tiempo.... ERROR. Me he perdido para ir a la
oficina (básicamente he dado un rodeo grande y al final una ancianita polaca
que solo hablaba alemán me ha acompañado hasta allí, todavía no se como nos
hemos entendido...). Total que me han firmado lo de la resi y he vuelto a la
uni, cuando he llegado mi turno había pasado, así que he tenido que coger turno
de nuevo y esperar, casi me cierran la oficina, pero por suerte he sido la
última a la que han atendido hoy y lo he podido solucionar.
Casi me detiene la policía: Después de todo
este lío eran casi las 5, y yo no había comido. Me moría de hambre, así que de
camino al metro para volver a casa me he comprado un sándwich. He entrado
comiéndomelo a la estación y me he sentado a esperar al metro. De repente dos
señores vestidos igual (yo pensaba que eran repartidores de publicidad) se me
acercan con un papel en la mano, me empiezan a hablar en alemán y con todo el
desprecio del mundo les digo: no, thank you!, pensando que me iban a dar un
panfleto. Pero ellos siguen hablando y me hacen levantar y me sacan del metro,
yo aun sin saber que pasaba, total que me dan el papel (también en alemán) y
resulta que era la policía y yo había violado una ley ESTATAL.... ¡¡No se puede
comer en el metro!! Menos mal que me han visto cara de no entiendo nada y me
han dejado allí fuera y se han ido, total, que me he acabado el sándwich y he
vuelto a entrar al metro sin más problema.
Casi no vuelvo a Austria: A todo esto me
he encontrado con el chico de Madrid que vive en la habitación de al lado de la
mía, me ha dicho que porque no íbamos al centro a ver un poco como era.
Sinceramente no me apetecía mucho porque estaba cansada, pero he dicho, así me
despejo, total, que hemos visto el edificio de la opera y hemos cogido el metro
para volver a casa. Hemos bajado del metro, pero desde el metro hasta mi casa
hay como 10 min caminando, y como llovía (para variar....), hemos decidido
coger el tranvía que esta en la misma estación de metro y que nos lleva a casa.
PROBLEMA: por esa vía pasan muchos trenes y yo no lo sabía.
Hemos cogido el primero que ha venido,
hemos pasado por la puerta de casa pero el tren no ha parado y ha seguido un
buen rato. CONSECUENCIA: hemos cogido un tren internacional (sin billete, solo
con el bonometro) y hemos llegado a Bratislava (el país de al lado....). Claro,
yo me bajo del tren y le digo al chico: Juraría que estamos en otro país, y me
contesta aterrorizado: ¡¡sí!! ¡¡¡Los carteles ni siquiera están en alemán!!!
Total, que estábamos en medio de unos campos donde no había una maldita casa, sin
pasaporte y sin billete. A mi me ha entrado un ataque de risa, y el chico solo
quería matarme (la idea de coger el tren ha sido mía, no le culpo por odiarme).
A lo lejos hemos visto una parada de bus, al que sin saber donde iba hemos
subido (otra vez sin billete), he intentado hablar con el conductor, pero solo
hablaba ese idioma raro.... A la 3ª parada nos hemos bajado, pues ya estábamos
otra vez en terreno más o menos conocido.
Una vez en Austria hemos visto una
parada del bus que pasa por delante de nuestra resi y sin dudar lo hemos
cogido, pero... resulta que solo 3 veces al día ese bus hace un recorrido
distinto al habitual, y como no, hemos ido a coger justo ese. Después de un
rato en el bus hemos llegado al final del trayecto, sin haber pasado por casa.
Nos hemos bajado sin entender que pasaba y tras investigar un poco nos hemos
dado cuenta del error. Conclusión: estábamos otra vez a tomar por culo, pero
por lo menos dentro del país. Al final con otro bus hemos llegado a casa. (Esto
ha sido la versión resumida, cuando hablemos te la cuento mejor)"
No
sé que me da más miedo, que la detengan o que esta sea la versión resumida. Me
hizo gracia y quise compartirlo con vosotros, esto es tomarse las cosas con
humor. Y tener paciencia. Santa paciencia.
¡Sed Felices!